Dicen que la patria es un fusil y una bandera
Está llegando a su fin el mes de septiembre, el mes de la patria, en Chile desde pequeños en la escuela nos llenan la mirada con símbolos, como el escudo y la bandera, nos dicen que eso significa independencia y que somos una sola nacionalidad, la patria chilena.
Somos un país donde las instituciones funcionan señalan, a pesar de que generales apátridas han dado innumerables golpes de Estado, que jueces ilustrísimos han dilatado mañosamente por años la justicia para los violadores de los derechos humanos, parlamentarios que se rentan a grandes empresarios para legislar en su beneficio, autoridades cuyos familiares roban el erario público, obispos que encubren a curas pedófilos y que nos dicen luego que sus dichos son “palabra de Dios”, en fin, Chile es una institución que funciona dicen. Se nos hace creer que ese es nuestro Chile, que la patria es de todos y que somos una sola mirada, una lógica y una verdad.
La verdad es que ellos y el Estado podrán ser independientes, la mayoría de los chilenos no somos libres para decidir, la independencia no alcanzó para todos y nos hacen creer lo contrario.
En Chile hay más que una mirada, la bandera chilena puesta en una ventana de una humilde población, no es lo mismo que la bandera portada por militares en un desfile, la primera despierta simpatía por la patria soñada que no tenemos y la segunda recuerda los golpes, la represión, los allanamientos, las torturas y los desaparecidos.
El golpe de Estado de 1973 fue realizado por militares con la mirada de “Por la razón o la fuerza”, a sangre y fuego, que para ellos es lo mismo, esa mentalidad que piensa que solo a la oligarquía le corresponde pensar el país, en donde no está contemplado que la mayoría pueda imaginar un tipo de país más fraterno e igualitario. Los crímenes de lesa humanidad y los genocidios culturales que cometieron fueron para destruir la visión de país que emergía con Salvador Allende. En definitiva los héroes que nos imponen, todos educados fuera de Chile, son próceres que aprendieron que la patria y la independencia -que celebramos cada mes de septiembre- son la subordinación y el yugo a la mayoría. Por eso que esa clase borra del su pedestal de héroes como Rodríguez, los Carrera, Lautaro o Caupolicán.
En Chile hay otras mirada, qué duda cabe. Es que a pesar de la subyugación dominante y de siglos, han existido y existen visiones contrarias a las hegemónicas, una de ellas es la mirada internacionalista, que representa la lógica de la liberación plena de los pueblos, y si nuestros niños en las escuelas conocieran esas lógicas, si supieran que hubo chilenos en Centroamérica por ejemplo, que en los años ochenta fueron actores principales en epopeyas de liberación y luego protagonistas de primera línea en la lucha por terminar la dictadura de Pinochet, otra sería la imagen de nuestro país.
Los rodriguistas destacamos lo importante que es para la historia de Chile, que hubieran compatriotas consecuentes que pensaron en salidas democráticas, distintas a la aplicada por la Concertación de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet, devenida hoy en represiva y corrupta. Hay evidencias concretas de chilenos que entregaron sus vidas en esa construcción histórica en tierras latinoamericanas que tarde o temprano se habrá de conocer.
Los sueños de los internacionalistas de una patria chilena libre, no deben ser acallados, se puede perder batallas, pero los sueños justos jamás son derrotados, sus ejemplos y testimonios de vida son parte importante del afán de justicia de millones de nuestros compatriotas.
La mirada oficial no podrá ocultar que hubieron militares chilenos, no formados en sus Fuerzas Armadas, que ganaron guerras de verdad y son héroes en las luchas de liberación de nuestro continente, gracias a eso la ciencia y el arte militar ya no son solo patrimonio de los que se considerados dueños de Chile. Nuestros internacionalistas deben salir a la luz, ellos lucharon y aún algunos lo hacen, por lograr el único mundo posible, el de la justicia social, la dignidad y la hermandad sin límites. El Pacto de la Transición o de la Traición silenció e intentó borrar del mapa a estos militares, al igual que a miles de combatientes populares.
El modelo de sociedad que vivimos hoy en Chile, no es normal, es contra natura y debe terminar: tener sueldos miserables, trabajos abusivos, que todo sea negociable, la educación, la salud, la vivienda, las jubilaciones y los servicios básicos, no es inherente a un modelo de convivencia de seres humanos, los pueblos de Chile construirán la nueva sociedad soñada por generaciones y generaciones.
Está terminando septiembre y cuando nos hablan de héroes, los rodriguistas recordamos a los militares chilenos que fueron contrarios al golpe de Estado y a los militares internacionalistas que dejaron en alto el nombre de los chilenos en la patria latinoamericana: Edgardo Lagos, Days Huerta, Raúl Escudero, Pedro Marín, Francisco del Rio, Víctor Otero, Luis Emilio Mendoza, Raúl Pellegrin, Miguel Rojas, José Valenzuela Levi, Juan Waldemar Henríquez, entre tantos otros.
No se debe recordar a nuestros héroes solo por nostalgia, la historia solo tiene futuro cuando está en los combates del presente.
Los rodriguistas rendimos honor a los combatientes internacionalistas.
Construyamos un Chile Digno
José Miguel Carrera @JosMCarreraC
Honor y gloria a nuestros martires,guerrillero se nace no se hace,la patria de bolivariana es latinoamerica y el caribe.
Hasta la victoria siempre.
Fpmr.
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cuando nos hablan de héroes, los rodriguistas recordamos a los militares chilenos que fueron contrarios al golpe de Estado y a los militares internacionalistas que dejaron en alto el nombre de los chilenos en la patria latinoamericana: Edgardo Lagos, Days Huerta, Raúl Escudero, Pedro Marín, Francisco del Rio, Víctor Otero, Luis Emilio Mendoza, Raúl Pellegrin, Miguel Rojas, José Valenzuela Levi, Juan Waldemar Henríquez, entre tantos otros.
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