Por Persus Nibaes
Hace un par de días tuve la oportunidad de ir con mi amigo Rodolfo y otro amigo más a un concierto del grupo chileno Saiko. El recital fue en Río Bueno, cerca de Osorno, en el sur de Chile. Me invitó Rodolfo porque a ambos nos gusta Saiko.
Pero para defraudar a los seguidores de Saiko, ésta no es una crónica sobre el grupo de Denisse. Ocurrió que era un festival de verano y habían humoristas y otros grupos después de la banda donde canta Denisse Malebrán, quien es una buena cantante e intérprete.
Me gustaría separar los conceptos de calidad de canto en cuanto a sonido de la voz, del arte de la interpretación, pues son cosas diferentes, uno es sonoro y lo otro es emotivo.
Terminó Saiko, que sonaron muy bien en su estilo electrónico roquero, vino un humorista que próximamente irá a al Festival de Viña del Mar. Al humorista no le fue mal, pero nosotros nos dirigimos a comer un rato.
Luego vino lo interesante. Resulta que el animador presentó al grupo chileno Los Prisioneros. Pero había un detalle en el grupo que salió a escena. En el cartel no decía Los Prisioneros; decía Tapia y Narea. Es decir, Los Prisioneros, justamente 2 de 3, pero sin su líder Jorge González. De pronto salieron a tocar Claudio Narea, Miguel Tapia, y dos músicos más que desconozco. Los que no tocaban mal, y para ser una banda de apoyo, ayudaban y sonaban bien. El problema eran los propios Tapia y Narea, que para nadie es novedad, tocan sus instrumentos muy mal. Es verdad que son unas leyendas de la música chilena, como los presenta el Pollo Valdivia en sus programas de entrevistas, y los son; pero no precisamente por su destacada calidad como músicos y ellos mismos lo reconocen. Miguel Tapia y Claudio Narea, son leyendas en Chile, porque pertenecieron a la banda de rock más grande que ha habido en el país, que fueron Los Prisioneros. Pero ellos mismos se han encargado de explicar que no son grandes instrumentistas, incluso Narea se atreve a decir, en entrevista con el Pollo Valdivia, que él no tiene tiempo para estudiar guitarra y solo tomó 4 clases cuando era niño, y claro, para él fueron suficientes, ya que todo el trabajo de Los Prisioneros se lo llevó Jorge González, ya que él compuso el 99% de los temas del grupo.
Aquí cabe una aclaración, pues el genio de Los Prisioneros, no solo alcanzó para el famoso grupo, sino también para grabar discos antes de Los Prisioneros, cuando eran adolecentes y liceanos, con Los Vinchuca, incluso más atrás con Los Pseudopillos, cuando no solo no tenían instrumentos musicales sino tampoco sabían tocar, por lo que las canciones de Los Pseudopillos, que no son pocas y están disponibles en Youtube, fueron a capella, grabadas en el estudio casero que González armó en la casa de su madre en San Miguel.
En una entrevista explicaron que en ese estudio ponían un pequeño parlante dentro de una guitarra acústica para amplificar el sonido y simular una guitarra eléctrica, y con otra radio a casete grababan la canción en una sola toma.
La explicación de Narea de que él supuestamente no tiene tiempo para estudiar guitarra me hizo acordar una entrevista a Soda Stereo, donde Charly Alberti, el baterista de Soda Stereo e hijo del baterista de jazz y música caribeña, Tito Alberti, compositor de la famosa canción infantil El Elefante Trompita, contó que ellos ensayaban todos los días de la semana, 8 horas diarias. Incluidos los sábados y domingos.
Lo siento, pero es inevitable hacer un paralelo comparativo entre Soda Stereo y Los Prisioneros. Ambos grupos comenzaron a hacerse profesionales, si es que en Narea esa palabra vale, a mediados del 83. Ambos grupos eran un trío liderado por el cantante y compositor. Con la diferencia que en Soda Stereo, Cerati tocaba la guitarra y en Los Prisioneros, González tocaba la guitarra acústica para componer, pero al arreglarla para la banda, la guitarra la tocaba Narea y González tocaba el bajo. Cuando a Narea lo echaron de la banda la primera vez, González pasó a tocar la guitarra acústica y la eléctrica, y lo apoyó Robert Rodríguez.
Esa diferencia sonora se notó mucho, pues Narea, como no tenía tiempo para ensayar, sonaba muy desprolijo, se perdía, cantaba mal. Y eso hizo que González a comienzos de los 80, optara por tocar en vivo con secuencias grabadas, para no sonar tan mal, lo que hizo que cada vez el grupo se vaya acercando a la música con teclados y máquinas, pero sin perder la postura rockera, cosa que con el tiempo se transformó en un problema entre Narea y González y es la razón para que lo despidieran por segunda vez en el 2003. Diferente hubiera sido la historia, si Narea le hubiese dedicado las horas de práctica a la guitarra que le dedicó Cerati, por ejemplo.
Un amigo que le dicen Tango y que es guitarrista aficionado de Heavy Metal, me dijo; mira a mi no me gusta Cerati, pero debo reconocer que en el Unplugged de Soda Stereo, les dejó en claro a todo el mundo, que él era un gran guitarrista. Además se dio el gusto de rendierle tributo en la guitarra a Los Vox Dei, gran banda argentina de rock progresivo, y a su otro maestro Luis Alberto Spinetta, el otro genio de la música rock latinoamericana.
Es que los paralelismos continúan. Tanto Cerati como González continuaron con exitosas carreras solistas, ambos gustaban de los estudios caseros, ambos hicieron música electrónica y tuvieron varios grupos en ese formato.
Cerati estuvo con los chilenos Plan V, y luego con Flavius Etcheto en Argentina con Ocio, y luego Rocken, que integraba a Leandro Fresco. González por su parte grabó con Dandy Jack (músico electrónico chileno radicado en Alemania) el disco de cumbia electrónica Gonzalo Martínez y las Congas Pesantes, luego puso las letras en inglés en el grupo alemán Sieg Über Die Sonne en el disco Album +1 (lo tengo en CD), luego formó con su pareja de la época, la fotógrafa Loreto Otero, el grupo electrónico Los Updates.
Incluso Miguel Tapia y Cecilia Aguayo, luego de la primera separación de Los Prisioneros, también hicieron un disco electrónico que está en Youtube, llamado Jardín Secreto, que suena muy parecido al disco Corazones de Los Prisioneros, pero no igual, ya que Corazones fue producido por el gran Gustavo Santaolla.
Y por último, el otro gran paralelo entre Cerati y González, es que ambos sufrieron un Accidente Cerebro Vascular. Uno quedó en coma por 4 años producto de no recibir atención medica oportuna en Venezuela, pues en el hospital no había electricidad. El otro acaba de retirarse de los escenarios definitivamente, pues el ACV, le quitó sus habilidades motrices. Ambos llevaron la música popular de Chile y Argentina a límites sonoros que el Pop y el Rock no conocían y lo mostraron por el mundo y generaron legiones de fans.
Soda Stereo y Cerati solista fueron muy conocidos en América Latina, incluso hicieron conciertos en Estados Unidos, donde siempre es difícil el mercado latino. González tocó en la escena electrónica underground en Alemania y Japón y publicó el disco Naked Tunes en inglés en Nueva York.
Siempre fueron comparados por la prensa a pesar de seguir caminos diferentes y llevar diferentes vidas y tener diferentes orígenes, su contemporaneidad y genialidad los obliga a ser comparados. Ambos grabaron por sobre la veintena de discos cada uno.
En una entrevista González contó, que en el fondo ellos le tenía mucha envidia a los Soda Stereo, por el arrastre que tenían con las chicas, y por que siempre sonaron bien. De hecho Soda Stereo desde su primer concierto contó con su propio sonidista, Adriana Taverna que siempre cuidó del sonido de la banda, la cual ensayó 2 años antes de tocar por primera vez en vivo para su debut.
Eso es lo que me extraña y motiva a escribir esta crónica. Aquella noche en Río Bueno escuché atento a los Tapia y Narea y sonaban mal. Narea se perdía en la letra, Tapia se olvidaba de las letras, los músicos de apoyo no podían hacer todo y cuando comenzaron a tocar las canciones de González de la época de Los Prisioneros, lo encontré como mucho. Si Narea se ha paseado por los programas de televisión, ventilando los problemas que tenía con González, que González era un drogadicto, que era un deshonesto, que le comió la mina, incluso que era homosexual no asumido. Ha escrito dos libros donde ventila sus cosas personales, al menos debería tener la decencia de no tocar las canciones de su otrora amigo/enemigo que tanto desprecia. El mismo Tapia, dijo que eso de andar hablando mal del otro lo encontraba de mal gusto.
Por último si toca las canciones de su amigo/enemigo, que las toque bien y se entendería como genuino reconocimiento y tributo al compositor que le dio canciones para que tenga para comer.
Quizás podríamos decir que la gente tiene derecho a escuchar esas canciones clásicas y bailar y saltar y cantar, como muchos jóvenes lo estaban haciendo en el concierto de Río Bueno, porque las canciones de Los Prisioneros son parte del folclor de nuestro país, son transversales generacionalmente, son únicas. Pero si van a lucrar con el trabajo de un músico que por problemas de salud ya no puede agarrar la guitarra, deberían por lo menos ensayar.
Pienso que si Tapia y Narea existen como grupo, sacan discos y canciones, es porque aman la música, porque quieren seguir en la música. Pero para uno, que no toca ni la puerta y que le encantaría saber tocar aunque sea una canción de fogata, es una verdadera falta de respeto al público que Narea diga que no tiene tiempo para ensayar la guitarra.
En medio del concierto, Tapia se detuvo y dijo; parece que con Los Prisioneros nunca habíamos estado en Río Bueno.
Entonces me dio la impresión que los llamaron desde el sur, les ofrecieron unos milloncitos, y vinieron con un par de amigos que se sabían las canciones, total, a la gente del sur les gustan estas canciones y ellos no saben si sonamos mal o bien. Total son del sur y la gente del sur es buena onda, nos van a agradecer en vez de criticar.
Pero resulta que toda mi vida he escuchado música y se muy bien que Saiko sonó mucho mejor que Tapia y Narea esa noche, teniendo la misma amplificación, la misma mesa y los mismo sonidistas, o quizás en esto último me equivoco.
Por qué unas leyendas en vida, que tienen películas y documentales de su vida, una serie de televisión sobre su historia como grupo. Que son conocidos desde Colombia hasta Cuba, que tienen su espacio en la memoria de nuestro país, y sus canciones suenan en todas las radios de Latinoamérica se atreven a sonar tan mal?, sin ensayar, a desafinar e incluso a olvidarse de las canciones?
Sinceramente, creo que Tapia y Narea son los verdaderos prisioneros de Los Prisioneros, mientras Jorge González hace tiempo se liberó de su propia prisión. Se fue a vivir fuera de Chile, se reinventó, hizo las paces con Cerati su verdadero competidor.
Es terrible, pero mientras Narea le tenía envidia y competía con González, este competía a su vez con Cerati. Narea en vez de discutir lo indiscutible, en vez de mostrarle a todo el mundo su envidia, debería tomar clases de guitarra y mostrarse agradecido del ex amigo que le ayudó a ganarse el pan.
Pero así parece que pasa con los envidiosos. Creen que compiten con los genios, mientras los genios los miran por el retrovisor y les tiran migajas. En ese sentido me gustaría desmitificar la figura de Salieri. Es una figura de la historia de la música que está mal conceptualizado. Salieri no era un envidioso de Mozart, ni tuvo nada que ver con su prematura muerte ni nada de lo que se le atribuye en la cultura popular, incluso León Gieco, escribió una canción llamada, Los Salieri de Charly, en alusión a otro grande de la música latinoamericana Charly García, pero está equivocado, Salieri era un gran compositor, que tuvo la mala suerte de vivir en el mismo momento y lugar que el genio de Mozart, además tuvo la mala suerte que Mozart se aprenda una canción de él y la toque mejor.
Narea tuvo la buena suerte de vivir y crecer al lado del genio de San Miguel, pero es tan tontito, habla tan mal, hila tan mal las ideas, no se sabe expresar, escribe canciones tan planas y con tanta falta de genialidad, que suena mal y siempre sale mal parado. Hasta cuando va a los programas de farándula a hablar mal de su amigo/enemigo, ahora mecenas, se expresa mal. Parece que los tontitos no se dan cuenta cuando los están ayudando, en vez de educación gratis y de calidad prefieren los planes y los bonos. La envidia es mayor a la gratitud. Narea es el verdadero Salieri, no el pobre Antonio.