-El destacado arquitecto internacional, considerado uno de los urbanistas más influyentes en la actualidad, ha sido responsable de varios rediseños urbanos alrededor del mundo, como la peatonalización de Time Square en Nueva York. Por más de cinco décadas, ha postulado que las ciudades deben orientarse al espacio público, a las personas y a las bicicletas.
-En su reciente visita a Chile, expuso en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de esa casa de estudios, donde compartió sus reflexiones y experiencias en torno a la planificación de las ciudades.
El destacado arquitecto danés Jan Gehl, quien es llamado por muchos, el “padre del urbanismo humanista”, ha centrado su carrera en mejorar la calidad de la vida de las ciudades, reorientando el diseño urbano hacia el espacio público, los peatones y los ciclistas.
Desde su oficina Gehl Arquitects ha asesorado importantes intervenciones en distintos puntos del planeta, entre las que se cuentan la peatonalización en el Times Square en Nueva York en 2009, y otros proyectos similares en Moscú, Sidney, Melbourne, Sao Paulo y Ciudad de México, además de su natal Copenhague, en Dinamarca.
En sus casi cinco décadas como arquitecto, ha ido observando y documentando el espacio urbano, así como el comportamiento de las personas en esos lugares. Sus pensamiento y experiencias han quedado plasmados en libros como “La vida entre edificios: Usando el espacio público” de 1987; “Nuevos espacios urbanos” del 2000, “Espacios públicos, vida pública” en 2004; “Nueva vida urbana” de 2006; “Ciudades para las personas” de 2010 y “Cómo estudiar el espacio público” de 2013.
Valorando el espacio público
Urbes más habitables, saludables, sostenibles, democráticas y sin autos, esa ha sido la apuesta de Jan Gehl. Se trata de ideas que se contraponen, a lo que él mismo ha planteado son los paradigmas dominantes en la planificación urbana del siglo XX: la invasión de los automóviles y el Modernismo, donde “en lugar de orientarnos en las ciudades y los espacios, se nos indicó que debíamos enfocarnos en los objetos”.
Gehl señala que a principios del 2000 “tuvimos muchos desafíos en la planificación urbana y debimos cambiar drásticamente la manera cómo esta ha funcionado durante los últimos 50 años. Mi conclusión es que se debe priorizar a los ciudadanos, a las personas”.
En cuanto a los espacios públicos, indicó que a lo largo de la historia de la humanidad, han sido lugares de reunión, pues “nos gusta encontrarnos de vez en cuando, no hay una atracción más importante que ver a otras personas”. Explicó, que por mucho tiempo “observé a la gente, lo que hacían en la mañana, en la tarde, en el verano, en el invierno, en las grandes y pequeñas urbes, en los distritos rurales, en las villas, en Japón, en Canadá, en Groenlandia y en Sudamérica. Con los años, y después de muchas observaciones, pude reunir una imagen completa de cómo se usan los espacios y cómo este influye en nuestro comportamiento”.
Recalcó lo importante que es para los individuos el contacto con sus pares. “Hoy tenemos todas estas cosas digitalizadas, pero si tenemos un IPhone y nos sentamos en el Sahara por tres semanas con una botella de agua, nos volveríamos locos, no por falta de agua, sino por no hay comunicación directa con otros humanos”.
Añadió que “no se puede superar, de ninguna manera, la comunicación directa entre las personas” y que “si se hacen espacios públicos de una buena calidad, la tendencia es que serán utilizados por la gente; no se van a ir y eso lo hemos visto en muchos países”.
Urbes más saludables y sostenibles
Durante la charla, dijo que uno de los grandes problemas de la actualidad es el calentamiento global. “Debemos cambiar el modo en que nos relacionamos espacialmente con nuestra ciudad, puesto que son en los espacios donde se generan más problemas para el clima” y agregó que “es algo que Trump va a tener que enfrentar algún día. Tenemos que hacer algo con el clima en nuestra planificación urbana, con ciudades donde se camine, en que la gente ande más a píe o en bicicleta. Eso es importante para el medio ambiente y es un mecanismo muy económico. Debemos deshacernos de los autos y enfocarnos en el desplazamiento público con espacios adecuados para ello”.
También se refirió a que las urbes deben ser más sanas. “La Organización Mundial de la Salud postula que se deben hacer ciudades más caminables y donde se pueda andar en bicicleta”, lo que las hace más sostenibles y saludables. De ahí que, “lo que se le está indicando a los planificadores urbanos es que la gente se sienta motivada a caminar o pedalear a lo largo de la semana”.
Entre las ciudades que ha asesorado, mostró algunas como Nueva York y Melbourne, que cambiaron su cara urbana por una más peatonal. Otro caso que mostró fue el de Moscú, donde “nos sorprendimos que no habían reglas para estacionarse”, además en algunos puntos abundaban los carteles publicitarios, imagen que después evolucionó a una de calles más verdes y libre de vehículos.
Finalmente se refirió a Copenhague: “Hay una estrategia municipal de cuál será la mejor ciudad para la gente y para eso se han propuesto varias metas” y señaló que incentivan a sus habitantes a caminar y pasar más tiempo en los parques, “porque eso hace que la ciudad sea más vivible, segura y democrática”.
Así es como un 41% de la gente se moviliza en bicicleta y la idea es llegar al 50%. “La infraestructura es tan buena y segura que realmente se volvió un sistema de transporte y cada familia tiene su bicicleta de carga, donde pueden llevar a sus hijos al colegio. Todo el mundo pedalea y los adultos mayores de edad cuentan con un sistema de bicicletas. El mayor problema es la congestión, por lo que se dobló la cantidad y el ancho de ciclovías”.
Encuentro académico
Luego de la charla, Jan Gehl dialogó con los alumnos sobre planificación urbana y estrategias para enfrentar la alta circulación de personas en barrios comerciales y mejorar los espacios urbanos, entre otros.
El urbanista destacó el proyecto de revitalización del borde costero en Valdivia, que expuso la egresada Karen Troncoso, donde incorporó la peatonalidad, la conexión a la antigua estación de trenes y su transformación en un mercado. Por último, recorrió una muestra de proyectos de Arquitectura y de Arquitectura del Paisaje elaborados por los estudiantes.
Universidad Central
Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje
Unidad de Comunicaciones