- ¿Cómo sería de diferente este mundo?
Sería el fin del patriarcado. Se acabaron estos machos brutos que dirigen el mundo y que dirigen todo. Una humanidad en que la gerencia del planeta se comparta por igual entre hombres y mujeres.
La reacción masculina ante una emergencia, una crisis, una amenaza, es escapar o combatir. La de las mujeres es cerrar un círculo, poner a los niños en el medio y ver cómo lo resuelven en grupo. Las mujeres tienen una manera democrática, inclusiva y circular de resolver los problemas y enfrentar la amenaza. Los hombres no.
Por eso, en el manejo del mundo tienen que tener el mismo peso los valores femeninos que los masculinos.
Que no sea la violencia y la codicia lo que maneja el mundo, sino la solidaridad, la compasión, la ilusión. Ese es el mundo que queremos, un mundo en el cual haya respeto por la naturaleza y por otras especies.
La gente joven va a heredar el mundo que nosotros hemos hecho trizas. Ellos son los que tienen que salvar el planeta, si es que se puede salvar. Que ellos traigan una solución positiva.
- ¿Qué opinas de las protestas raciales en Estados Unidos?
Las protestas en Chile comenzaron en octubre del año pasado. Eran por la desigualdad tremenda. [En Estados Unidos], las protestas son por el problema racial y eso está directamente relacionado con la pobreza.
¿Quiénes son los más pobres en este país? ¿Quiénes son los que tienen menos seguro médico, menos empleo, los que sufren más brutalidad policial, los que son encarcelados más? Los afroamericanos.
Yo creo que van a empezar a brotar estos estallidos en todas partes. Ahora viene una tremenda crisis económica global. Y eso va a producir más desempleo, más pobreza y, por lo tanto, más violencia. Protestas va a haber. Masivas.
No lo van a resolver a balazos ni con gas lacrimógeno, lo van a resolver resolviendo las causas. Son profundas, y van desde los tiempos de la esclavitud en adelante.