Por Jorge Scherman Filer
Si tú eres parte del problema, no puedes ser parte de la solución, dice el lugar común. Yo, a partir de las semanas convulsionadas que hemos vivido, lo re-frasearía. “Si tú generaste el problema CALLA, no eres parte de la solución, y retírate a tus cuarteles de invierno”. Me refiero a personajes como José Miguel Insulza (lo funaron las mujeres de su propio partido por llamar a la represión), Ricardo Lagos Escobar, José Antonio Viera-Gallo, Francisco Vidal, Nicolás Eyzaguirre, Óscar Guillermo Garretón y much@s otr@s que ahora van pontificando sobre cómo resolver el alzamiento del pueblo chileno (decir “Chile despertó” me parece una siutiquería, a fin de cuentas tod@s despertamos cada mañana).
Que se CALLEN l@s de (extrema) derecha lo doy por descontado
Lo que llamo “la izquierda descalza”, se lo dijo al país día a día desde el inicio de la mal llamada “transición a la democracia”. Este fue un arreglín elitista aunque, todo sea dicho, la gran mayoría de l@s chilen@s se tragaron el sapo sin digerirlo, incluid@s l@s votantes de la Concertación de Partidos por la Corrupción. Claro, después estos votantes se fueron decepcionando y, cuando ya el voto era voluntario, much@s se quedaron en sus casas en los momentos de elección. O, por inercia anti (extrema) derecha, siguieron dándoles el voto a “líderes” que habían perdido el norte y, sobre todo, el pudor y la ética. Virados en tránsfugas de la política (salvo excepciones).
Nadie escuchaba a la izquierda descalza, la dejaban como outsider. Estaban en la farra de la “vuelta a la democracia”. Era extremista, inadaptada, terrorista, ultraizquierdista, anarquista y demás (lo siguen diciendo). La excluían de los debates públicos entre la (extrema) derecha y el centro (Concertación y Nueva Mayoría), hasta que la bomba que alimentaron les explotó en la cara. Y la siguen excluyendo: véase que aún hoy lo siguen haciendo. Los mismos políticos de siempre continúan en los programas políticos de la TV y la prensa.
¿Alguien ha visto a Roberto Pizarro, Felipe Portales, Rodrigo Karmy, Diamela Eltit, Óscar Contardo, Constanza Michelson, Federico Galende y otr@s en TV después del alzamiento?: las voces más lúcidas de este país, en mi modesta opinión.
Bueno, la izquierda descalza tenía la razón. Nunca se compró la transición pactada, la política de los acuerdos, en la medida de lo posible, ni el neoliberalismo.
Como dijo Sören Kierkegaard: “Las puertas del paraíso solo se abren desde dentro”. Dentro, valga la redundancia, yace el pueblo llano, no en el afuera de la elite, a quien San Pedro no les dará jamás la pasada. Se los jura un ateo irredento. Simbólicamente, el cielo (o paraíso) es para los buenos, no para los pecadores pertinaces.
A salvar el honor, defender los privilegios y la imagen
Lo que observamos y leemos hoy de est@s opinólog@s de la política es más de lo mismo. Max Colodro, Ascanio Cavallo, Alfredo Jocelyn-Holtz, Soledad Alvear, Carlos Peña, Sylvia Eyzaguirre, Roberto Méndez, Daniel Mansuy, Pablo Ortúzar, Gloria de la Fuente, Héctor Soto et. al. O el “buenito esotérico” de Christian Warken, quien tituló con descaro, en una de sus columnas de El Mercurio: “Yo maté a Víctor Jara”[1].
Que les quede claro: nadie les cree (si es que l@s lee, yo sí porque mi padre me enseñó que uno debe saber lo que dice el enemigo).
Tod@s sabemos que defienden sus privilegios, salvar su imagen y honor. Tengámoslo claro: el pueblo llano no les va a perdonar su aquiescencia neoliberal. Como los Lagos, Vidal, Eyzaguirre y Garretón y l@s demás nombrad@s, váyanse a Cachagua, Pucón, Caleu, Zapallar, o de vacaciones para siempre a Corea del Norte, Cuba o Venezuela, a disfrutar de sus hij@s y niet@s. Reitero, de l@s de (extrema) derecha lo doy por descontado. ¡Buena suerte!
Les respetaremos sus Derechos Humanos (DD.HH). Ustedes no respetaron o callaron frente a los nuestros, los del pueblo llano, y eso marca toda la diferencia. Que no es menor la diferencia entre ustedes y nosotr@s.
¡Tengan al menos un poco de vergüenza! En ocho años en La Moneda no hice nada (sic) para que no se produjera el alzamiento, confesó Francisco Vidal en TV.
Los Jiles del FA se farrearon el liderazgo del alzamiento
En teoría el FA era el llamado a liderar este alzamiento. Levantaron las demandas del movimiento, instaló el imaginario de un Estado de derechos sociales versus el Estado subsidiario que rige desde la dictadura hasta el día de hoy. Insistía en el trabajo de base, comunitario, en la verdadera democratización del país y una Nueva Constitución que terminara con la de Pinochet y remozada por Lagos. Estuvo en el Programa Presidencial de Beatriz Sánchez. Obtuvo el 20%, 21 diputad@s y 1 senador. El FA había logrado hacer trizas el binominalismo entre la (extrema) derecha y el centro político (la Nueva Mayoría). Redibujó el mapa. Era cuestión de tiempo, se suponía, y crecer con opciones de alcanzar el poder el 2021.
Pero vino el 18-O y resulta que el rey FA estaba desnudo y no entendía nada. Como el resto de los partidos y sus polític@s.
Y comenzaron sus desaguisados. Para partir no podía llevar sus banderas a las marchas, la multitud se las hubiera bajado. Beatriz Sánchez fue funada (se dice que por l@s niet@s de “La Abuela”, Pamela Jiles, quien alberga aspiraciones de candidata presidencial).
En el FA optaron por una política cupular y vinieron las divisiones. Comunes, el PL, RD y Boric yéndose en la personal, firmaron el “acuerdo de paz” para una nueva constitución. Los humanistas (PH) y Convergencia Social (CS) del mismo Boric dijeron NO. Y vino la renuncia de Sharp junto a 77 militantes de CS (34 funcionarios de la Municipalidad de Valparaíso), y luego Cristián Cuevas y 122 más de CS. Y luego muchos más a nivel comunal, entre otr@s los de La Reina. El MDP de Mayol se retiró del FA junto al PH y la Izquierda Libertaria.
Y la guinda de la torta fue que tod@s l@s diputad@s que quedan en el FA aprobaron la ley que criminaliza las protestas. Pamela Jiles, Florcita Alarcón (amb@s humanistas), y Félix González del Partido Ecologista Verde (PEV) votaron en contra, pero abandonaron el FA. Y luego los que se quedaron en el ex FA dijeron que había sido un “error”, que el gobierno les metió un gol. El diputado Winter de CS pidió perdón. Una chacota, una voltereta, propia de “polític@s” sin calle, infantes y analfabetos que no saben leer lo que firman.
Un amigo me dijo que mejor se dediquen a los videojuegos.
En síntesis, el FA es un muerto caminando que se farreó su gran posibilidad histórica, que defraudó las expectativas de quienes pusimos nuestras esperanzas en este ex conglomerado político.
Acerca de la violencia
Quien sabe mirar la realidad de frente, la política sin anteojeras, distingue de forma transparente entre la violencia delictual y la violencia política. La primera es prístina: saqueos, incendios de locales, volar estaciones del Metro, narcotraficantes y sus “soldados” que arrasan con todo lo que se les ponga por delante. Aquí no hay misterio, excepto identificar a sus autores y ponerlos en chirona.
La violencia política es harina de otro costal. Aprendí de Fidel que “la violencia es la partera de la historia”, aunque una amiga muy culta me corrigió: lo dijo Marx. Como haya sido, la hizo suya Jaime Guzmán Errázuriz, aunque otros asesinaron por él mientras rezaba en la iglesia, mientras Fidel le puso el pecho a las balas y lideró una revolución triunfante.
Los que levantan barricadas encendidas. Les cortan los pasos a los pacos y milicos para continuar las marchas. Les tiran piedras, con o sin hondas, para evitar balines que vienen con caucho, sílice, sulfato de sodio y plomo, que ciegan o dejan tuerto. Inhabilitan los carros policiales para que no les tiren agua con soda cáustica. Les quitan a l@s pac@s a l@s detenid@s para que no l@s violen o torturen en las comisarías. En esta defensa juegan un rol fundamental los llamados capuchitas. Están enfrascad@s en una lucha y violencia política, de lado y lado.
Pero seamos claros, la originan las fuerzas policiales en nombre de la elite que observa desde sus casas u oficinas de gobierno o el Congreso. Y claro, el pueblo se defiende como puede, sin armas letales, solo piedras, botellas incendiarias (armar una bomba molotov requiere mucha sofisticación y destreza), mechas y sus fósforos, y sus cuerpos.
Sí, sobre todo sus cuerpos. Si los dejaran movilizarse y protestar en paz nada de esto ocurriría. Las pruebas están en las marchas pacíficas. Hasta que llegan l@s uniformad@s, digitados desde Palacio, a reprimir y queda el desastre.
Y para terminar este apartado recordaré que Engels señaló que el movimiento revolucionario que ose recibir cualquier ayuda del lumpen-proletariado está traicionando la lucha de clases. La razón parece obvia: solo fortalece a la elite que lo utilizará como un poderoso argumento en su favor y, en consecuencia, acentuar la represión a los alzados: ¿les suena conocido?
La violencia delictual y la violencia política se repelen como el aceite y el agua,
Sobre el feminismo y el alzamiento
2018 fue el año de las feministas. Hubo voces al principio del alzamiento del 18-O que se preguntaron: ¿dónde están ahora? Este es el movimiento de los jóvenes, donde por cierto había muchas mujeres. Se dice que los primeros estudiantes en evadir el Metro el 14 de Octubre, saltándose los torniquetes, fueron mujeres, pero no pasó de allí. Las feministas invisibilizadas dentro de un alzamiento general.
Hasta que aparecieron Las Tesis y su performance. Se internacionalizó. Y el gobierno intento dividir: esto no tiene nada que ver con el estallido social, es el feminismo, dijeron, lo apoyamos. Y así lo reprodujeron los medios de comunicación mundiales.
Pero el gobierno mentía una vez más. El feminismo estuvo siempre con el alzamiento, y compartía las demandas de la sociedad en rebeldía. Las mujeres estuvieron en las marchas desde el principio, fueron baleadas (perdigones y balines), detenidas y abusadas sexualmente en las comisarías. Compartieron el destino del pueblo.
Su canto es inequívoco y calza con lo que nos ocurría a todos: estábamos frente a un Estado opresor que viola los DD.HH. y comete crímenes de lesa humanidad.
Ni que decir tiene, las feministas aportaron su visión sobre el patriarcado. El himno emblemático de Las Tesis dice:
El patriarcado es un juez
que nos juzga por nacer.
Y nuestro castigo
es la violencia que no ves.
El patriarcado es un juez
que nos juzga por nacer.
Y nuestro castigo
es la violencia que ya ves.
Es feminicidio.
Impunidad para mi asesino.
Es la desaparición,
es la violación.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
El violador eras tú.
El violador eres tú.
Son los pacos,
los jueces,
el Estado,
el presidente.
El Estado opresor es un macho violador.
El Estado opresor es un macho violador.
El violador eras tú.
El violador eres tú.
Duerme tranquila, niña inocente,
sin preocuparte del bandolero,
que por tu sueño dulce y sonriente,
vela tu amante carabinero.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
La lucha de mujeres y hombres continúa. O nos salvamos tod@s o no se salva nadie.
[1] Para detalles y una respuesta, véase la columna de Roberto Castillo en El Mostrador. https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2009/06/01/yo-no-mate-a-victor-jara/