Desde la organización explicaron que sólo a diciembre de este año se estima que la inyección de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) llegará a un 33%, por tanto proponen un aumento del 60 % al año 2030.
El proyecto que fomenta las energías limpias en la matriz eléctrica, en primer trámite constitucional, fue aprobado en general por la Comisión de Minería y Energía de la Cámara, dando plazo hasta el 13 de diciembre para el ingreso de observaciones.
Hasta el martes 13 de diciembre se abrió el plazo para indicaciones al proyecto de ley que impulsa la participación de las energías renovables no convencionales (ERNC) en la matriz eléctrica nacional. La iniciativa fue aprobada el miércoles 30 de noviembre en general -por unanimidad- durante la última sesión de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, donde se encuentra en primer trámite constitucional desde fines de 2021.
El proyecto es una suerte de upgrade de la Ley 20.698, que en 2013 obligó a las empresas eléctricas de los sistemas interconectados a inyectar un 20% el año 2025 de energía proveniente de ERNC. Pero en la práctica, este umbral ya se superó previo al año 2020.
En términos generales, el proyecto propone aumentar la meta a un 40% al 2030, establecer un sistema de trazabilidad de ERNC, aumentar de 300 kW a 500 kW la generación que se puede inyectar al sistema eléctrico en el marco de la Ley de Net Billing o de generación distribuida, y facilitar la conexión de los clientes que producen su propia energía.
A principios de noviembre la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín Ruiz-Tagle, expuso ante la Comisión de Minería y Energía de la Cámara Baja, donde planteó las principales propuestas de la organización para mejorar el proyecto.
“Es tremendamente relevante que el actual gobierno haya retomado este proyecto para aumentar la cuota de ERNC, por lo cual nuestros argumentos van en favor de este proyecto aunque consideramos que las metas son excesivamente conservadoras”, señaló en la ocasión la ecologista.
En este sentido, propuso incrementar el piso anual de ERNC, llegando a un 60 % al 2030, lo cual significaría un 26,6 % más de lo que se proyecta en generación sólo a diciembre de 2022 (que se estima llegará a un 33,4 % del total). “Proponer una meta de un 40 % al 2030, que solamente es un 6,4 % más de lo que ya se proyecta a fines de este año es absurdo, es menos de un 1 % anual” puntualizó.
“Esta es una meta excesivamente conservadora, ya que significaría casi seguir estancados exigiendo una meta de renovable menor al crecimiento de la demanda anual, en que Chile es de entre un 2,3 % a 2,5 % anual” dijo Larraín.
Celebró la figura de trazabilidad desde la inyección al consumidor final, porque permitiría la existencia de certificados que reconozcan el atributo de la generación limpia, sin embargo planteó que sería necesario establecer claramente cómo operaría este sistema. Esto, con el fin de evitar problemas como escasez de certificados o su posible encarecimiento en caso de mayor vertimiento de ERNC o la compra de energía fósil o renovable convencional por las empresas de ERNC para cumplir sus contratos, certificando el total como energía limpia. “Para esto se requiere aplicar la normativa que permite al Coordinador Eléctrico operar flexiblemente, lo cual hasta hoy no se ha producido, y que permitiría abordar de mejor forma estas medidas, avanzando en la descarbonización de la matriz”, señaló finalmente.