Beiruth es Beiruth… Aún lo es.

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Por Hugo Dimter P.
Fotos de Sebastián Silva Pizarro.
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Hay tres momentos imborrables en la historia de Colo Colo. Una es la muerte de David Arellano en Valladolid el 3 de mayo de 1927. La otra es la obtención de la Copa Libertadores en 1991, cuadro dirigido por Mirko Jozic. Y la última es Colo Colo 1973. Ahí nuestro entrevistado tiene un papel trascendental.

Elson Beiruth se trasladó por vía aérea a Santiago.
Y -como acontece con una plaga, con un virus, también con una enfermedad desconocida- febrilmente los colocolinos se contagiaron con su fútbol.
El brasileño se convirtió en vengador luego de los triunfos del Ballet Azul.
Corría 1965 y, por esas cosas del fútbol, llegó Beiruth, quien le devolvió la salud a un club acostumbrado a ganar. Los albos eran un equipo de ataque y él -un 10 clásico y a la antigua, es decir pegado al 9, muy en avanzada- sellaba los encuentros en esa segunda mitad de los 60 y comienzos de la triste década de los 70, inolvidable por el equipo que dirigía Luis Alamos: Colo Colo 73.
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Pero la historia de este descendiente de libaneses afianzados en Brasil había empezado mucho antes.
“Para mi fue maravilloso representar a Brasil con la selección en los Panamericanos de 1958 en Chicago.  Brasil era siempre representada por la juvenil y yo tuve de compañero en ese scratch a Gerson y Germano, quien después se fue a Italia. Gerson fue el gran campeón del mundo en México 70 y uno de los mejores mediocampistas de Brasil de todos los tiempos. Nosotros éramos todos compañeros en el Flamengo. Una bonita experiencia, muy grata”, rememora Elson Beiruth.
De Sao Joao Da Barra, una ciudad en la provincia de Rio de Janeiro, Brasil, es Beiruth. “Ahí viví mi infancia junto a mis dos hermanos, un hombre y una mujer, todos fallecidos. Yo era el menor. Me he quedado solo ya que mis progenitores también murieron. Mi padre tenía un local comercial y se sacaba la mugre para educarnos ya que estudiábamos internados en un colegio particular. Mi familia era de una calidad humana extraordinaria. Mi papá era mi amigo, me aconsejaba, disfrutaba y gozaba conmigo. Mi mamá igual. Ellos nunca me colocaron obstáculos para que jugara al futbol. Aunque yo, modestamente, era buen alumno y tenía excelentes notas. Más adelante cuando me transformé en profesional ellos sabían que me iría bien: aceptaron, y se conformaron con mi decisión”, señala don Elson, quien hoy trabaja en su agencia de loteria en la Plaza Brasil.
“Bueno, a los 13 años me fuí a otra ciudad a estudiar interno y en ese lugar me probé en un equipo que se llamaba Americano. Ahí estuve dos años. Luego retorné a Rio y jugué en las inferiores de Flamengo”.
– ¿Debutó en Flamengo a los 19 años?
– Yo empecé en la división inferior del Flamengo a los 15 años, y a los 19 debuté en primera. Después fui vendido a Corintias de Sao Paulo, Corintias es otro equipo muy popular de Sao Paulo. Corintians -es como Colo Colo- y Flamengo de Rio son los equipos más populares de Brasil. Estuve un año y medio ahí. Después de Corintians me fui a una ciudad en la provincia de Sao Paulo que se llama Guaratingueta, equipo también en primera división. Jugué muy bien un año y medio, muy querido por la gente y de Guaratingueta volví al Flamengo. Estuve un año en Flamengo, eso fue cuando llegó don Hugo Tassara, que era entrenador de Colo Colo.
– ¿El inicio en Flamengo fue difícil? Había jugadores, me imagino, mayores que usted.
– Profesionalmente era difícil porque en esa época se jugaba de domingo a domingo; ahora se juega más: domingo y miércoles. Antes se jugaba solamente el campeonato oficial y de repente se hacían campeonatos Rio-Sao Paulo. Ahora es más continuado. En Flamengo había buen ambiente. Allá vivían varios compañeros en la casa de un jugador. Yo era cadete, como nosotros éramos de provincia Flamengo tenía una casa que era para la concentración. Estaba yo y otro jugador que también era del primer equipo. Ellos te ayudaban, eran buena onda.
-¿Había mucha disciplina en esos equipos en comparación a ahora?
– Siempre ha existido. Ahora se juega más: domingo, miércoles, domingo. Entonces uno tiene que cuidarse, tiene que tener más descanso por los múltiples entrenamientos. Y también porque el jugador se la pasa jugando a gran exigencia.

-¿Cómo se gestó su llegada a Colo Colo?
– Llegó a Brasil don Hugo Tassara que era entrenador de Colo Colo. Fue al club Flamengo porque ahí el técnico era Flavio Costa, ex DT del cacique. Eran amigos entre ambos. Aparte de ayudarme a entrenar, don Flavio Costa también me recomendó,  y a Tassara, humildemente, le gustó como jugaba. Bueno,  yo no tenía idea de que era entrenador de Colo Colo y entonces un amigo mío -que fue jugador de Colo Colo-estuvo acá y me comentó que me querían  llevar…. “Me voy altiro”, le dije. Dos semanas después estaba en Chile.
– ¿Por qué de inmediato? ¿Porque la oferta económica era buena?
– No, no. Yo quería jugar y en Flamengo era difícil.
– ¿En Flamengo alternaba en ocasiones?
– Yo estaba recién debutando, me pasaron de la división menor al primer equipo y había cada monstruo ahí en esa época. Como dije anteriormente, se jugaba menos de lo que se juega ahora, era poco continuado; ahora hay más partidos…
– ¿Qué jugadores de realce había en ese Flamengo?
– Por ejemplo estaba Dida. Dida era el número 10, fue seleccionado brasilero en la época de Colo  e incluso en Suecia 58. Gran goleador. Gerson, Nelsinho, muchos.
Beiruth se recuesta en un sillón y sube la pierna derecha donde se advierten llagas y eccemas púrpuras. Una enfermedad que lo ha tenido a muy mal traer.
– ¿Está enfermo de la pierna?
– En la pierna tengo una lesión. Estuve muchos años hospitalizado, me operé, ahora estoy recuperándome. Si llegué el martes del hospital.
 
Se acomoda y vuelve a recordar y encauza la dirección del dialogo como buen líder.
– Tassara me vio ahí entrenar y aparte lo recomendaron, le gustó mi juego. Debuté contra Audax Italiano e hice un gol. Anduve bien y caí inmediatamente en la simpatía del hincha. Jugué 8 años en Colo Colo.
Después se fue don Hugo. El año 70 salí campeón con don Francisco “Pancho” Ormazábal. Jugamos la final con la Unión y marqué los dos goles. La gente me agarró y me sacaron en andas. ¡Uyyy, que felicidad! … Ese año 70 fue extraordinario porque Colo Colo hacía muchos campeonatos que no salía campeón.
– ¿Usted jugaba de 10?
– Pero el 10 en esa época jugaba de 9, jugaban el 10 y 9 juntos, con 2 hombres en área. Yo era jugador de punta, jugaban los dos juntos, cuando estaba uno un poquito más allá el otro bajaba un poquito, pero así no más distantes, un poco….
– Como tocando…
– Sí, y no se jugaba así con dos punteros; jugábamos 4 delanteros. Los punteros, se jugaba con 2 punteros, el 11 y el 7 . Se jugaba abierto el 6 y el 8, cuando no teníamos la pelota el que estaba más cerca de la jugada bajaba.
– ¿Quién era el 9?
– El 9 estaba Víctor Zelada, estaba Jaime Bravo. Después llegó Mario Rodríguez. Eran en realidad buenos jugadores, Caszely estaba jugando, Caszely era 7, era 9. Jugaba en dos puestos, jugaba a veces de 7. Jugaba en punta o a veces por el medio o jugaba por la orilla.
– ¿Usted hasta qué año estuvo en Colo Colo?
– Estuve hasta el 73. Terminó la Copa y me fui. Me fui a Magallanes.
-¿Jugó la Copa Libertadores de ese año?
– Sí.
– ¿Sí?
– Yo no estuve en la final solamente. Para defenderla no estuve, pero jugué todo el campeonato con ellos, menos la final.
– ¿Recuerda esa Copa Libertadores? ¿Fue muy dura?
– Muy linda. Colo Colo tenía un plantel de 18 jugadores muy equilibrado. Cualquiera que entraba el equipo mantenía su rendimiento y el estadio lleno. Era una fiesta muy bonita.

– ¿Cómo era Luis Álamos?
– Era un tipo muy sicólogo, trabajaba mucho la mente de los futbolistas, aparte de que trabajaba bien con el preparador físico que era don Luis Venegas. Y don Lucho Álamos trabajaba mucho la mente de los futbolistas
– En cuanto al planteamiento de juego ¿Hacía análisis de los rivales? ¿Era muy estudioso de eso?
– Se preocupaba cuando teníamos la pelota y de cuando no la teníamos. Cuando salía fuera de la cancha, cuando salía por algún lado el otro lado bajaba así en diagonal. Cuando salía por ahí se trataba de obstaculizar y éste venía a ayudarme en el medio campo….
– Usted hizo 110 goles
– No recuerdo la verdad.
– En 237 partidos oficiales
– Cuántos partidos?
– 237…
¿Recuerda algún gol en especial?
– El gol más famoso es cuando ganamos a la Unión, en la final hice los dos goles, esos fueron los goles que la gente más recuerda y yo igual, pero esos goles bonitos, esos goles importantes, para mi todos los goles son importantes, pero el más importante fue cuando salimos campeones.
– Y con algún equipo extranjero, Copa Libertadores…. Hay uno que dicen que fue frente a …. San Lorenzo?
– Nosotros, cuando se jugaba aquí y había los torneos, se jugaba muy lindo futbol. Venían los mejores equipos del mundo y se jugaba los martes, los jueves y los domingos, no, los martes y viernes. El sábado y domingo la gente estaba de vacaciones, estaban en la playa y no había partidos. Los torneos en verano eran sensacionales, venían los mejores: el Santos de Pelé, Real Madrid, el Spartak de Moscú.
– ¿Y de ahí recuerda algún partido especial suyo?
– En general los partidos eran parejitos. Uno se motivaba a jugar porque los rivales eran muy buenos.
– ¿Cuál fue el mejor jugador rival que enfrentó?…Que haya admirado.
– Habían grandes jugadores en esa época. Bueno, Pelé era el más famoso de todos y era el mejor de todos en ese momento. Pero había buenos jugadores, argentinos y de Europa también.  Cuando se jugaban los hexagonales venían muy buenos jugadores de Europa. Era una época donde era muy bonito el futbol, de mucha calidad.
– ¿Para usted Pelé era mejor que Maradona?
– Sí, no porque sea brasileño, más completo Pelé. Maradona era un gran jugador pero Pelé era el más completo y hacía las cosas más simples, Maradona tenía la pura pierna izquierda; Pelé tenía las dos piernas, la cabeza, el cabezazo, todo. Era completo Pelé; pero Maradona fue grande también.
– ¿Y de los jugadores chilenos?
– Había muy buenos jugadores. Cuando llegué a Colo Colo estaba el Chamaco Valdés, el Huaso Jiménez que era muy bueno, Mario Moreno, el puntero derecho Jaime Bravo. El Ballet Azul  todavía en su apogeo con el Fifo Eyzaguirre, Leonel Sánchez, después Leonel se fue a jugar a Colo Colo.. Había grandes jugadores en todos los equipos.
– Rubén Marcos ¿Era muy cochino Rubén Marcos?
– No, era un tipo que corría todo el partido, metía, corría pero era honesto. En esa época no había maldad en el futbolista, de hacer daño al otro. Se jugaba, se corría todo el partido, había mucha entrega, mucho cariño por la camiseta con la que se jugaba.
– El 73 los recibió Allende en La Moneda durante un homenaje…
– Claro, fuimos a saludar al Presidente con Colo Colo en el 73. Fuimos a La Moneda.
– ¿Y como fue ese acto? ¿Bonito?
– Muy bonito, muy bonito. Él era muy simpático, muy agradable, sencillo. Un hombre muy bueno. Justo la situación del país estaba complicada y Colo Colo andaba bien. Colo Colo fue a saludar y querían que Colo Colo fuera a saludar, muy bonito todo.
– ¿Sintió mucho cuando su gobierno cayó?
– Mire, yo soy apolítico. Soy de las personas que se preocupan de ayudar a los demás.Siempre fuí así. Incluso con mis enemigos soy así. Uno está preocupado de los amigos, nos ayudamos entre nosotros. Cuando uno anda mejor ayuda al otro, pero en la parte de gobierno tiene que ser así también: preocupado de los más necesitados. Se notaba que le quería mucha gente; pero duró poco.
Brasil Campeao.
– Gerson era un jugador extraordinario…
– Como persona y como futbolista, Germano también. Después Germano se fue a Italia. Gerson siempre se quedó en Brasil porque él era más romántico, más pegado a los papás, era mas sentimental. Ggrandes jugadores, buenas personas. Yo era muy amigo de la familia del Gerson.
– ¿Ese ha sido el mejor Brasil de todos los tiempos, el del 70?
– Para mi fue uno de los grandes equipos el del 70
– ¿Y el del 82, que le pareció? El de Zico, Falcao, Sócrates, Junior.
– Sí también. Había grandes jugadores. Eso de la individualidad es buena pero el conjunto vale más. El del 82 no era como el conjunto del año 70. Siempre existieron buenos futbolistas a nivel de selección. Yo cuando era cabro chico veía jugar a Garrincha, a Didí, a Vava. Después empezó Pelé. Cuando debuté en Corintians quedé admirado con el salto de Pelé. Pelé era extraordinario. Estaba recién empezando y el salto de Pelé era sensacional. Que grande era. Como selección la brasileña era un equipazo y pasaba jugando, no entrenaba. Pasaba jugando en Sudamérica, en todas partes. Yo viví en una época muy bonita.
– ¿De los jugadores actuales le gusta alguno?
– ¿De los brasileros?
– A nivel mundial…
– Sí, siempre hay. En estos  momentos el que está en onda es el Messi. Messi anda muy bien, es un gran jugador. Pero siempre hay varios jugadores buenos en todas partes del mundo.
– ¿Usted es fanático de Flamengo o de Corintians?
– Yo soy Flamengo de Rio de Janeiro y Corintians de Sao Paulo y brasilero, la selección. Pero sí, me gusta más el Flamengo porque estuve más tiempo ahí y fuí formado ahí. En Corintians yo estuve un año, un año y medio. Pero también es simpático, le tengo mucho cariño a Corintians porque me trataron muy bien también. Duré poco ahí, un año y medio más o menos. Después volví a Flamengo. Y del fútbol chileno yo soy colocolino.

– ¿Y qué le parece Colo Colo últimamente? ¿No piensa que le han perdido un poco de respeto al hincha preocupados más de  otras cosas?
– No, yo pienso que Colo Colo ha cambiado un poco su manera de jugar. Colo Colo su característica natural es ser goleador. Es un equipo aguerrido, full de ataque, “de atrás pica el indio”. Gana 4 a 2 partidos y ahora ha cambiado un poco y no ha tenido buena suerte con las contrataciones; pero Colo Colo es Colo Colo.
Eso es lo que Beiruth me dijo. No me dijo nada más. Nos despedimos con un apretón de manos.
-Le deseo suerte-señaló.
-Para usted también- respondí.
Y luego crucé la calle imaginando que cuando Beiruth muriera, en el cielo, todos lo iban a aplaudir de pie y lo iban a llevar en andas, como aquella tarde  cuando le marcó dos golazos a Unión Española. Pero luego, a esa hora, tal vez tarde, tal vez como a las ocho, Beiruth iba a estar tocando las puertas del cielo y San Pedro lo iba a reconocer.
-Ahhh ¿Usted es Edson Beiruth?-preguntaría San Pedro.
-Elson. Me llamo Elson. Sí. Yo soy Beiruth, aún lo soy- respondería él.
Y ambos se dirigirían por un camino brumoso parecido a esos parajes cercanos a Osorno en invierno. Lentos avanzarían conversando de equipos y partidos inexistentes como dos viejos amigos. Al  fondo se vería un estadio pequeño con graderías de madera, muy a mal traer, con tablones podridos, y uno que otro envoltorio de golosinas tirado por el suelo. Se internarían en ese estadio inexistente  y  unos jugadores estarían entrenando, unos tipos de entre 20 y 30 años con rostros blanquecinos. Beiruth los miraría dándose cuenta que esos jugadores eran  sus amigos, antiguos juveniles de Flamengo, vecinos de Río de Janeiro, familiares lejanos.Y  En las gradas una ex polola de juventud le gritaría:
– ¡Elson! ¡Bravo! … ¡Te ves muy bien!
Y ella haría un movimiento con la mano como lanzándole un beso. A lo que Beiruth se sonrojaría con cierta dosis de orgullo y mucha más felicidad.
– Es bonito aquí- le diría a San Pedro. Y ambos reirían traviesos adentrándose por ese sendero recóndito e inolvidable que es el fútbol.

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  • Comment (1)
  • quien puede decir lo contrario un dia conversaba con un amigo de la chile me dijo tú vite jugar a Beiruth claro que si le respondi el me dijo que suerte l tuya siempre mi padre fanatico de la u medecia hijo lo que te perdiste de no haber visto jugar a este jugador lo mejor de lo mejor cuando jugaba contra la u vibraba con su futbol pero a la vez le pedia a dios que no le hiciera un gol a la u

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