Líder del Partido Rodriguista
Seguir peleando
Por José Miguel Carrera y Hugo Dimter
Delgado, con incipientes canas, meditabundo. Camisa a cuadros, pantalón canela. Nada más alejado de moda o adorno superfluo. Aún así su sonrisa le da una cercanía que rompe la seriedad inicial. La historia de este tocopillano está constituida por miles de hechos forjados en el dolor, pero también en la astucia y el deseo de libertad.
Escapar o morir
El 30 de enero de 1990 es una fecha inolvidable para los 49 presos políticos fugados desde la ex Cárcel Pública de Santiago, y calificada como la mayor evasión nacional. “La gran fuga”, titularon los medios. Durante un año, veinte combatientes del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez) cavaron un túnel de más de cien metros, cuyo diámetro apenas superaba los 70 centímetros. Las autoridades, a posteriori, inútilmente, buscaron las toneladas de tierra que habían desaparecido por obra de magia. Ya había fracasado la internación de armas en Carrizal Bajo y el atentado a Pinochet así que para estos combatientes no había margen de error.
Uno de esos hombres que rompieron la lógica de una cárcel inexpugnable -con un trabajo de ingeniería casi milagroso- fue Marco Riquelme, jefe de Inteligencia de dicho plan. La “Operación Éxito” finalmente acabó haciéndole honor a su denominación. 25 años después le preguntamos a Marco qué soñaba en aquella celda de la ex Cárcel Pública previo al escape. ¿Qué país imaginaba a futuro?
“El sueño que tenía no tiene nada que ver con los que ocurre hoy. Es absolutamente contrario; pero como el ser humano es porfiado sigo soñando y hoy cuando apago la luz de mi pieza pienso que mañana va a ser distinto. Creo que ahora se ha venido cumpliendo un poco, porque cada día que despierto está siendo distinto: se levanta Caimanes, se levantan los estudiantes, se levantan los trabajadores portuarios, se levantan los mapuches. Ese era el sueño en definitiva. Y no lo tuve yo, sino que lo tuvimos cientos que pasamos por las cárceles, miles de torturados. Es el sueño de Julio Oliva Villalobos, de Roberto González, de Enzo Muñoz, de Roberto Nordenflycht, de Raúl Pellegrin. De cientos que ya no están pero que soñaron igual que nosotros”, manifiesta Marco.
¿Qué tanto queda de ese Marco Riquelme de los años ochenta? ¿Ha cambiado? ¿Tiene otra visión de estos nuevos tiempos? ¿Sigue siendo el mismo?
“Uno cambia por una cosa de la naturaleza humana, pero todo depende de cuales sean los cambios”, responde. Y continúa: “En relación a los valores que he tenido desde pequeño se han acrecentado y radicalizado”.
– Radicalizado ¿en qué sentido?
– Positivamente. En dos aspectos: uno que tiene que ver con esta radicalidad de la violencia que uno ejerce, pero que no tiene mayor contenido, sino que es casi instintiva. Hoy no es una radicalidad del discurso; si no de la acción propiamente tal. Con el paso del tiempo, mi concepción política, ideológica y de ser humano se ha ido radicalizando en ese aspecto: en la acción.
Por ejemplo en la necesidad de hacer la revolución se ha ido radicalizando el interés y los deseos. Lo que uno podía haber visto como el término de la dictadura, o la situación que había en esos momentos, hoy va más lejos y conscientemente. Esta radicalidad no tiene que ver con el estado de violencia que uno ejerza, sino que tiene que ver con el pensamiento y la acción que uno desarrolla. Con el pensamiento en primer lugar, y en ese sentido uno ve que la necesidad que uno antes la vociferaba, no la entendía en su magnitud. La necesidad: el comunismo, la necesidad de una sociedad sin clases es una cuestión que uno va adquiriendo positivamente, para mejor.
– Sobre eso, ¿cómo recuerdas tu periodo en el Frente? ¿Con cierta tristeza por los años que se vivieron en esa época? ¿Con nostalgia? ¿Con orgullo?
– Son varios los elementos que se conjugan ahí. Con tristeza porque uno fue parte de un proceso donde quedó gente en el camino, donde uno tuvo que ejercer la fuerza de manera casi obligatoria por lo apremiante que eran las violaciones de los derechos humanos, el terrorismo de Estado, la necesidad de libertad. Era muy acuciante.
Entonces hubo gente que luchó que no está y que uno recuerda con cierta tristeza porque le hubiese gustado que estuviesen aquí, acompañándonos en los esfuerzos que seguimos haciendo. Se cortó un camino de construir una patria mejor, una patria distinta y eso siempre va tener un sesgo doloroso en algún momento.
Cuando uno se introduce de nuevo, llega al contexto y recuerda los momentos que pasamos con mucha gente. Diríamos que se entremezclan varios elementos allí. Lo recuerdo con mucho orgullo -que no es para nada contradictorio con lo que estoy diciendo- de haber conocido y compartido con esa gente, por lo que hizo uno, en un momento determinado. Ver la magnitud del esfuerzo que hicimos, que no se ha reconocido por el Estado. Y seguimos peleando para que lo reconozca. Un Estado que trata de impedir cualquier cosa que tenga que ver con cambios, con valores, que
tienen que ver con la nobleza de los seres humanos. Por eso es nefasto para este sistema poder reconocer la lucha que libró una cantidad de gente. Nosotros nos sentimos muy orgullosos y lo que hicimos tiene -guardando las proporciones y con la modestia que es necesario tener- la proporción de lo que hicieron Padres de la Patria en algún momento: rebelarse en armas, en una situación desmedrada en relación al poder que tiene un Estado en hombres, en recursos, en medios. Levantarse contra ellos y buscar una alternativa para terminar lo más rápidamente con el terror y la muerte. Tiene connotaciones que son importantes y por eso el enemigo busca
silenciarlas. La gente y nosotros pudimos percatarnos que la única forma de cambio era luchando de manera muy radical, desde el punto de vista de la fuerza. Eso nos debe sentir orgullosos pero sobre todo tiene que hacer sentir orgulloso a la gente. Alguna vez podremos explicarle bien al pueblo que habita este territorio cuál fue el esfuerzo, la verdad; no la mentira que cuenta la historia. No este relato corto, breve, que nos trata de terrorista. Una vez que la gente sepa la historia todos los chilenos van a poder sentirse orgullosos, los que quieren cambios, los que quieren igualdad, los que quieren libertad social, los que quieren los valores, respeto a los derechos humanos. Donde la gran mayoría proviene de luchas en el mundo social, en el mundo popular. Son hijos de obreros, de dirigentes sindicales, son hijos de lo mejor que empezó a dar nuestro pueblo. Por lo tanto no es que sea un grupo, una elite, la que tenga el patrimonio del orgullo de lo que se hizo durante la lucha contra la dictadura; sino que es un pueblo el que tiene que sentirse orgulloso ya que es parte de la historia.
Marco fundó el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez y ahora se ha lanzado a una nueva aventura mucho más arriesgada: el Partido Rodriguista.
– ¿Hoy sientes la protección de todos aquellos rodriguistas que murieron? ¿Rogarán ellos por el éxito de este nuevo Partido Rodriguista, que el MPMR se ha propuesto fundar?
– Efectivamente hay una fuerza. Porque la historia de la gente que cayó es una historia que la podríamos repetir -sin ser pitoniso, ni pretender hacer un aprovechamiento oportunista de lo que ocurrió- con los compañeros. Es evidente que la experiencia, las conversaciones, lo que convivimos en esos momentos tan difíciles nos permitiría afirmar que no cabe duda que ellos nos acompañarían en el proceso que estamos viviendo. Nos han acompañado todo este tiempo, pero no solamente a nosotros, porque yo decía que el tema de la lucha no es de un grupo privilegiado de gente que asume y que es capaz. No. Es de millones. Es evidente que las luchas, por la que murieron nuestros compañeros en combate, y otros asesinados, es la misma lucha que libran los estudiantes por la reforma, por una transformación de la educación en Chile, por un cambio real. No nos cabe duda que Moisés Marilao Pichún estaría muy contento de la lucha que lleva el pueblo mapuche por recuperar y conquistar su territorio que ha sido arrebatado por grandes transnacionales de la madera, las forestales. Es evidente que habría un gran orgullo por parte de Moisés Marilao de que su gente esté luchando. Entonces es la misma lucha. O sea, lo que nosotros hicimos allí en una situación distinta, con una aplicación del terrorismo de estado, con lo que está en ese contexto, no es distinto de la lucha de hoy. Es más yo te diría de que a nosotros nos provoca una profunda indignación cuando, para ocultar lo que hoy se hace, para mitigar, se diga que todo aquel que lucha hoy contra la injusticia, contra las AFP, las isapres y todo eso, le hace el juego a quienes violaron los derechos humanos y a quienes aplicaron el terrorismo de estado. Es una falacia brutal que no tiene código. La politiquería de hoy no respeta los códigos que son necesarios respetar: la lucha de ayer, lo que pensamos ayer. No pensábamos que Chile iba a cambiar para esto. Si hubiésemos sabido muchos más hubieran sido los muertos para lograr tener una cosa distinta. Entonces hay un gran esfuerzo de miles, de millones, que se tienen que sentir orgullosos de lo que se viene haciendo, que es la continuación hoy de la lucha de ayer- sentencia enfático Marco.
La gerontocracia chilensis
El padre de Marco fue obrero, Mario Riquelme Muñoz, pero también Alcalde de Tocopilla, Regidor y Diputado del Partido Comunista. Para el Golpe de 1973 debió pasar a la clandestinidad. Luego fue detenido el año 75 en Villa Grimaldi, y la policía de Pinochet -la CNI- lo capturó nuevamente en el 87 por infracción a la Ley de Control de Armas.
Humilde García, su madre, fue detenida y relegada a Quilpué el año 74. Su abuelo José Boeslindo García Berrios fue ejecutado por la fatídica Caravana de la Muerte en Antofagasta en octubre del 73.
De su historia familiar Marco tuvo la inspiración que impregnó su niñez y juventud. Ahora es el turno de transmitir su experiencia a las nuevas generaciones.
– Este nuevo partido tendrá una tarea muy larga y ardua. ¿Qué importancia le dan ustedes a la juventud en este camino que recién comienza?
– Le damos una importancia trascendental. Mira, hay que estar en el ejercicio de la política. Algunos creen que ese ejercicio es el que se hace en la Cámara de Diputados. Donde van de allá para acá y salen en canal 13 y CNN. Esa es la política, según ellos. Esa es la mala política. La política que hacen los pobladores en defensa de sus demandas, de sus reivindicaciones, es una gran política. Los mapuches hacen una tremenda política de lucha. Eso es política. No es otra cosa. Entonces hay que estar en ese ejercicio para darse cuenta de la importancia que tienen los jóvenes. Es contradictorio con el pensamiento revolucionario, de cambio, de transformación, que uno piense en una elite. Te vuelvo a repetir esa palabra, porque es una elite de gente de edad, mañosa, que hace tráfico de influencia, que profita del Estado ganando sueldos millonarios, la que tiene el patrimonio de “la verdad”, de “la experiencia”, de los que tienen que conducir al país: los Andrade, los Lagos. Entonces se debe demostrar que la vejez no necesariamente es enemiga de la juventud; al contrario es un complemento de experiencia, de ímpetu, de conocimiento, de ayuda a aquel que tiene la juventud. El paso natural de los seres humanos, a medida que van envejeciendo, es ir aportando la experiencia; no ser protagonistas principales de un proceso que tienen que asumir las futuras generaciones. Si uno se da cuenta de lo que hizo, no solamente en Chile, en el mundo, la lucha por el cambio, por las transformaciones en la educación en Chile te vas a dar cuenta que la gran mayoría de aquellos protagonistas son jóvenes, y son jóvenes que no necesariamente participan en política de manera dirigencial, si no de jóvenes que participan en política desde el mundo social, desde el mundo popular, desde su colegio, en su centro de alumnos, desde su asamblea o colectivo. Eso es lo que ha dinamizado al país; pero no solamente ha sido en eso, si no en los conflictos ambientales que está teniendo hoy el país, Caimanes, Alto Maipo, se podrá dar cuenta que la cantidad de jóvenes allí es gigantesca. Para impedir que saqueen nuestro suelo, para impedir que generen basurales en este país, que no nos quiten los árboles, que no se los quiten a las futuras generaciones, que son jóvenes que llevan adelante este proceso. En nuestra organización, en el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez y en el Partido Rodriguista, la gran mayoría son jóvenes. El promedio de edad debe ser 26 ó 27 años. Para nosotros eso ha sido vital. Es energía, pero uno va tener que ir cediendo las responsabilidades que va teniendo producto de la experiencia, del momento que vivimos a las nuevas generaciones. O si no ¿quién se cree uno? ¿El depositario de la verdad? ¿El que va llevar adelante? Esto no es una tiranía. Esto no es un estar aquí. Los que estamos aquí no tenemos ningún interés particular ni personal. Tenemos un interés colectivo.
– Tú nombrabas el conflicto chileno-mapuche. ¿Qué se debe hacer ante este conflicto? Restitución de tierras, autonomía, una nación mapuche dentro de la nación chilena. ¿Cuál es la posición que tienen ustedes sobre este conflicto?
– Hasta en los propios mapuches no hay claridad sobre esto. Lo que más se ha propuesto es la nación mapuche; y yo no diría nación mapuche dentro de la nación chilena; diría nación mapuche dentro del territorio chileno. No lo veo dentro del estado chileno; si no que fuera, con autonomía total. Esa es una cosa que tienen que ver los mapuches. Algunos elementos hay. El pueblo mapuche era el dueño de ese territorio. Ellos no tenían parcelas, no tenían hectáreas ni fundos. Era una comunidad. En conjunto tenían una comunidad para que los caballos pastaran, en conjunto tenían el territorio para sembrar, en conjunto efectuaban la justa tala de árboles. Por lo tanto, hoy día hay algunos mapuches con intenciones, que ven como posibilidad eso; no como una nación capitalista tampoco. Al final cada uno tiene su hectárea, siembra, venda o la cosecha sea para sí mismo, tiene que vivir como una comunidad que son. Los pueblos originarios tienen una sabiduría enorme. Uno lo puede ver con el pueblo mapuche, pero también con el pueblo Rapa Nui, que todavía existe, y ha sobrevivido de una u otra manera. Los aymara, los quechuas. Así podemos seguir más allá en todo el continente. Por lo tanto ellos nos han venido refrescando. Es impresionante esto, porque cuando uno habla de medio ambiente por lo general piensa en Greenpeace, en estas grandes ONG’s norteamericanas. Y los pueblos originarios han venido cuidado siempre la tierra. Es una máxima de ellos, es una necesidad absoluta, es como viven, no podrían vivir sin la Pachamama. Entonces hay un pueblo con sabiduría en un lugar que tiene riqueza. No son chilenos. Aquí está muy dado a decir que tenemos que ayudar a los mapuches, pues al final todos somos chilenos. Es una falacia brutal. No son chilenos; son mapuches. Habrá mestizaje también, pero son mapuches y quieren vivir de acuerdo a lo que ha sido su historia, sus antepasados. Nosotros pensamos que así debe ser y son ellos los que deben solucionar ese conflicto entre ellos en primer lugar. Ponerse de acuerdo en cuál es el camino de solución. Ahí estaremos apoyando nosotros. Lo primero que decimos: territorio. En algún momento habrá una disputa porque hay diferentes visiones. Nosotros apoyaremos dentro de ese territorio una vez conseguida la autonomía, la tierra, el territorio. Apoyaremos a los que quieran hacer las transformaciones más profundas posibles. Esos serán nuestros amigos, los revolucionarios.
– ¿Transformaciones de qué tipo?
– Están los que piensan que en la nación mapuche debe existir un sistema capitalista y la explotación de los bosques ya no sea a través de una empresa transnacional, sino las riquezas haya que explotarlas de otra manera. No hay que olvidar que un sector de los mapuches piensa eso. Hay que señalarlo, sería absolutamente incorrecto de mi parte y poco fraternal, omitir que hay un sector importante de mapuches que votan por los parlamentarios más reaccionarios de la derecha chilena y en esos territorios a veces han sido elegidos los más pinochetistas. Hay un sector mapuche que también tienen otras ideas. Nosotros apoyaremos a los que estén por una profundización más grande, de transformaciones más grandes. La idea que uno tiene en un principio es Estado, que hayan escuelas públicas, que puedan ir a la universidad de manera gratuita, sistemas previsionales que no los maten, que puedan tener acceso a la salud como corresponde y no que alguien piense que se puede adueñar de un sistema de salud para los mapuches. Ellos tienen hasta su propios médicos de tiempos ancestrales- finaliza Riquelme.
“Hay un sector político, la burocracia, que no quiere cambios. Hasta vociferan sus mentiras. Dicen: ‘No, yo quiero que haya una reforma’. Pero no quieren que cambie la cosa. Porque va a ser distinto. Uno ve ejemplos de otros países como Bolivia. Allá Evo Morales dice: ‘El presidente gana 2000, los ministros ganan 1800 y los viceministros ganan 1600 dólares. Esos van a ser los sueldos para todos’. Ahí sí están trabajando. Ese gana un millón de pesos y es un ministro. Un viceministro que hace un montón de cosas gana 900 mil pesos”.
– Ahora hablando de Bolivia, veamos el asunto de la salida al mar para el país altiplánico. ¿El Partido Rodriguista está de acuerdo en dar una salida al mar a Bolivia? Y de ser así, ¿por qué?
– Nosotros estamos de acuerdo. Hemos venido desde hace mucho tiempo -el MPMR y el PR- haciendo un trabajo arduo con los movimientos sociales bolivianos, la Sesucseb, la confederación campesina, sectores colectivos de Cochabamba, en la misma La Paz. Trabajando con ellos el tema del mar porque consideramos que Chile tiene una deuda histórica muy grande. La guerra donde Bolivia perdió el mar no fue una guerra justa, fue una guerra injusta. En definitiva fueron los imperios los que pelearon. Te doy el contexto de donde viene este desarrollo del pensamiento: pelearon para apoderarse de la riqueza que tenía la zona usurpada a Bolivia, que fue para esa época el salitre. Ahí es importante contar este pedazo de historia. Una vez que Chile gana, que se le quita el territorio a los bolivianos, pasa un tiempo y empieza la explotación por parte de los ingleses. Hay una explotación inmisericorde sobre los chilenos, los peruanos y los bolivianos. No olvidemos las grandes oficinas salitreras -Chacabuco, Baquedano, etcétera- donde los trabajadores eran verdaderos esclavos. No se les permitía salir porque la moneda con que se les pagaba eran fichas y las fichas se tenían que comprar dentro de la oficina salitrera y el dueño de la pulpería donde estaba la oficina salitrera era el dueño de la empresa. Por lo tanto te daba fichas para cambiar, para alimentarte en la misma pulpería. O sea, el tipo te cambiaba alimento por trabajo, lo mínimo para la subsistencia y así no alcanzaba la gente a alimentarse. No debemos olvidar que fueron miles los masacrados por exigir derechos y cambios en las condiciones de vida y de trabajo. Sin ir más lejos en Iquique – en la Escuela de Santa María de Iquique, donde se produjo la masacre- los trabajadores bolivianos y peruanos no quisieron salir cuando sus cónsules fueron a buscarlos porque iba a venir la masacre. No quisieron salir porque ellos consideraron que juntos trabajaban, que juntos padecían hambre, que juntos luchaban y juntos tenían que morir. No podían dejar solos a los chilenos abandonados a su suerte. Murieron muchos chilenos, muchos peruanos, bolivianos que trabajaban en las oficinas salitreras pidiendo mejores salarios, condiciones de vida y condiciones laborales. Es anacrónico pensar que esa historia no tiene la verdad. Es anacrónico pensar que hoy no sea factible con toda la costa que tenemos, que Bolivia tenga un trozo de salida soberana al mar. Consideramos que no es factible ni justo que siete familias se roben todas las riquezas del mar chileno, que están en el territorio que se llama Chile, que ganan aproximadamente lo que producen los que explotan el mar, aproximadamente 3 mil millones de dólares son sus ganancias anuales. Son siete familias… Y Bolivia, un pueblo entero que perdió esa soberanía en una guerra injusta, que fue aprovechada por el imperio inglés para enriquecerse más, no pueda tener una mínima salida al mar. Pero además nuestros pueblos originarios tenían mar. ¿Quién colocó las fronteras que impidan que Bolivia tenga mar? Salida soberana. Bolivia tiene que tener una salida al mar. Tenemos que bregar por una integración de los pueblos. Que tiene que ver con eso: con lo que Bolivia nos puede entregar, con lo que nosotros le podemos entregar a Bolivia, en los distintos aspectos, en la cultura, en la ciencia, en el arte, en nuestro territorio, en nuestra producción, en nuestro cobre. Compartimos extensos territorios que tienen riquezas como el litio, donde podemos compartir la forma como lo vamos a negociar, a vender, las cosas que vamos hacer con el litio y lo que es peor aún, la rabia y el odio con que actúa la dirigencia política de este país tanto en la Alianza como la Nueva Mayoría. Diputados de la Nueva Mayoría hablando en contra de Bolivia, hablan en contra de Venezuela, en contra de cualquier país que tenga cambios, o que haya tenido transformaciones, o que vaya por un camino progresista. El mismo Canciller Heraldo Muñoz de la forma como se refiere y en ese sentido nosotros consideramos que esa gente está al servicio de otros intereses, está al servicio de las siete familias que tienen el mar, está al servicio de la creación de una corriente en América Latina que sea esto de la Alianza Pacífico, donde está Perú, Colombia, México y Chile, que logre cruzarse con los países que están teniendo cambios y transformaciones, aparte del imperio, que cruce a UNASUR, a la CELAC, que son organismos que los propios latinoamericanos nos hemos venido dando. Entonces nosotros nos colocamos en el otro lado. No nos podemos colocar en el lado oscuro, en el lado del mal. Nos tenemos que colocar en el lado del bien, del buen vivir, no solamente para los bolivianos, sino que para América Latina en su conjunto.
– Ahora que tú colocaste la situación en Venezuela, encuentras que hay algunos hechos, como la detención del Alcalde de Caracas, Ledezma, que están reñidas con lo que debe ser la democracia?
– No me parece así. Cuando hubo el primer intento de golpe de Estado, donde Chávez fue detenido el 2002, fue tomado prisionero y llevado a un regimiento del que fue liberado entre los militares y el pueblo. Millones que se movilizaron para liberarlo y se fueron a parar cuando el tipo estaba en el Palacio de Miraflores. Afuera la gente gritando, bajaron de los cerros. Entonces ahí, es un poco soberbio lo que voy a decir, hubo un error, porque entre comillas se les perdonó la vida a todos los golpistas, a los que habían llegado a tomarse el palacio de Miraflores. No hubo ninguna condena por las responsabilidades políticas en un golpe de Estado, no hubo ninguna condena y todos quedaron en libertad. Esos siguieron conspirando: los Capriles, los López, los Ledezma. Los tuvimos metidos en el Palacio de Miraflores cuando se le dio el golpe a Chávez y hace poco, nuevamente los norteamericanos -que tienen como títere a esta gente- provocan una gran desestabilización en Venezuela que ocasiona una gran cantidad de muertos y nuevamente intentan dar un golpe de estado. ¿Alguien se imagina que ocurriese esto en EEUU? Que un grupo de gente complotara para derribar con funcionarios de las FFAA de USA, para derribar a Obama ¿Qué ocurriría en ese caso? Entonces no miremos con ojos y colores distintos una situación que es igual. Si aquí alguien hace una acción o un atentado a un cajero automático, que es algo menor entre comillas, va preso. ¿Por qué no van a ir presos estos golpistas que se han confabulado y que sacaron una declaración pública llamando a la renuncia, que era parte de lo que se iba hacer? Cuando salieron la FF.AA. está comprobado que hubo francotiradores, cuando dieron el golpe contra Chávez, cuando estuvo “Pedro el breve”, como se ha llamado al Presidente de la República por tres días. Hicieron lo mismo. Francotiradores que mataron gente, hicieron ver toda una situación que había, dieron una declaración de prensa y dieron un golpe de Estado. Hoy día era lo mismo. Lo que pasa es que el pueblo está más cauto, visualiza mejor y da cuenta de eso. Las FFAA están cumpliendo el rol que deben cumplir, que es el rol del que está al servicio del pueblo y de la institucionalidad que tiene Venezuela. No al servicio de los norteamericano, no de este grupo como Ledezma, López, Capriles, Ana Corina. Aquí en Chile una cantidad de diputados, alcaldes, no tan enorme pero sí importante, han solidarizado y han ido donde el Canciller Muñoz para que se manifieste el gobierno contra de lo que ha ocurrido en Venezuela por la detención de Ledesma y la libertad de López. ¿Has visto que esos mismos diputados, mientras se bombardeaba la Franja de Gaza, hayan levantado la voz de la manera como lo están haciendo ahora? Es más, algunos diputados como Farcas, cuando se manifestó de parte de Chile la preocupación por lo que estaba ocurriendo en Gaza se fueron a manifestar en contra de esa preocupación. Farcas estuvo a favor de los bombardeos en la franja de Gaza, bombardeo efectuado con una impunidad tremenda. ¿Estos diputados están preocupados por los 43 de Ayotzinapa? ¿Están preocupados por los asesinatos que comete el Estado Islámico? No, es Ledezma. Eso es lo que ha ordenado el imperialismo norteamericano, la preocupación de hoy día es Ledesma. En algún momento fue por Bolivia, por algunos dirigentes que se encarcelaron en Bolivia producto de un intento de golpe, de magnicidio. Pero no hay preocupaciones por otras cosas, sí de estos dirigentes, esta dirigencia servil al gran imperio. ¿Alguno se manifestó porque no se había cumplido el fallo de la Corte Suprema en relación con el pueblo de Caimanes y donde estaba metido Lucsik? ¿Y que en vez de mandar a carabineros, para que apoyara a quienes estaba haciendo cumplir el fallo -que eran los pobladores de Caimanes- los mandó para no cumplir el fallo. ¿Alguno se manifestó? Todo el pueblo del valle de Choapa, las comunidades, veinte comunidades salieron y montaron barricadas para impedir que suban y que se cumpliera el fallo. Fue el gobierno y estos dirigentes, Tarud, Farcas, Muñoz. ¿Estuvieron preocupados de que se cumpla el fallo y que no se reprima a la gente de las comunidades? No, estuvieron preocupados de mandar a reprimir y hubo dirigentes presos, dirigentes apaleados, golpeados, y los pobladores reprimidos. Entonces este doble racero que tienen para medir las cosas.
– Pasando a otro tema, salió publicado en El Mercurio un artículo referente al Partido Rodriguista. Leyendo los comentarios del Facebook, hay una palabra que se repetía mucho en esos comentarios, que es terrorismo. Se les sindicaba a ustedes como ex terroristas. ¿Qué responden ustedes a ese calificativo? ¿Quiénes son los terroristas hoy día? ¿Es la derecha, es el gobierno, son las policías? Analicemos un poco el término terrorista.
– En ese artículo de El Mercurio, en los comentarios, hay más de tres mil me gusta. De esos hay como 150 comentarios que en el 99% son insultantes para los rodriguistas: terroristas y ex terroristas. A nosotros nos parece más o menos lógico. El diario La Nación, en la web, publicó también un artículo similar y en sus comentarios la gran mayoría eran a favor. Bueno, pero nadie puede venir a cambiar la convencionalidad, por así decirlo, que tiene la palabra terrorista. No es porque se le ocurra a alguien, a esta gente un poco facha que escribe ahí los comentarios de El Mercurio, darle a ellos la acepción que quieran a la palabra terrorista. No, no es así. Esto tiene, incluso no estando de acuerdo, pero tiene un concepción que es internacional, que tiene que ver con las naciones que se han juntado, para elaborar, hilvanar la justicia, la libertad, las condiciones de vida del ser humano, que es lo que lo afecta y el terrorismo ha sido una de las cuestiones que más se ha señalado. Claro, es cierto que muchas veces se usa para motejar a un montón de gente, países incluso, sectores de países. Para los ricos, muchas veces los pobres que reclaman son terroristas porque quemaron alguna cosa o pusieron barricadas. Pero no se le puede venir a cambiar a la pinta de lo que quieran lo que es terrorismo. Durante diecisiete años que existió la dictadura fue condenado, quince años porque al principio no fue tan así, por las Naciones Unidas, por las graves violaciones que hacía la dictadura militar, que aplicaba de manera permanente y sistemática el terrorismo de estado. Años siendo condenado: miles de detenidos desaparecidos, miles de ejecutados políticos, un millón de exiliados aproximadamente, más de un centenar de miles de torturados, cientos de miles de detenidos, poblaciones metidas en campos de concentración, hacinado en canchas, siendo allanadas, rotas sus casas, en fin. Eso es terrorismo, se aplica la fuerza para generar el terror. Eso lo empezó a hacer la dictadura desde el principio. Por ejemplo donde yo nací, Tocopilla, la dictadura asesinó médicos, profesores, trabajadores, dirigentes sindicales, estudiantes. La gente se dijo a sí mismo en Tocopilla, “si estos tipos son capaces de matar un médico ¿Qué es de mí?”, “si son capaces de matar al profesor que todos, ¿Qué es de mí?”. Aplicaron el terror, mataron niños, asesinaron mujeres embarazadas, dejaron huellas para que se supiera. En Santiago algunos los iba a tirar al rio Mapocho, asesinaron sacerdotes. Eso es terror. Nada que luche contra ese terror. Más aún a la doctrina moral que tiene la humanidad, que tiene la iglesia, de la defensa de los seres humanos, Santo Tomás de Aquino, donde señala el derecho que tienen los pueblos a rebelarse, no puede ser tratado de terrorista, nadie que asume de terminar el compromiso de terminar lo más prontamente posible con una dictadura brutal puede ser un terrorista. Pero un alcance más: Imagínate la dictadura, ahí nos dicen que somos delincuentes en los comentarios, la dictadura privatizó durante todo el ochenta para adelante una enorme cantidad de propiedades del estado, pero los que participaban en un ministerio, privatizando algo, renunciaban luego al ministerio, saltaban al otro lado y lo compraban. Esos son delincuentes. Piñera mientras aquí en Chile se asesinaba, él hacía sus negocios, dice que votó que No, pero no importa porque hizo los negocios con el Sí, así se enriqueció con el Sí, aunque haya votado que No, como él manifiesta. Entonces no nos mella eso de que nos acusen de terroristas, porque no lo somos. Nosotros terminada la dictadura hemos seguido luchando, y aquí en nuestra organización no hay nadie que haya pedido 6.500 millones a Luksic, no hay nadie que tenga grandes latifundios, que tenga grandes empresas, que se sirva del Estado y que gane diez, quince millones de pesos, que haga negocios, nadie de Soquimich y de Penta nos pasa plata. Así que los delincuentes tienen que ir a encontrarlos a donde ellos pertenecen- finaliza Marco.
Una parte del alma de los 80 sale hoy a la calle después de este maquillado toque de queda llamado Transición. Y sale con la tez altiva, sin miedo ni ambiguedades. Desechando ser un héroe. Actuando en consecuencia. Y tomando los riesgos que ello conlleva.
– ¿Si te hubiesen destinado al atentado, a la Operación Siglo XX, habrías tratado de matar a Pinochet?
– Sí, igual como trataron de hacerlo los compañeros, no me cabe la menor duda. Lo que hay ahí en medio, un secreto a voces, es que no sólo se intentó una vez, sino varias veces. Lamentablemente no se puedo, no fue lo esperado, nosotros queríamos a Pinochet muerto, muchos dijeron: “no, esto va a generar mucha represión”, pero hay una cuestión de carácter moral, Pinochet aparece como el principal responsable del Golpe de Estado, aparece como el principal responsable de la aplicación del terrorismo de Estado, aparece como el principal responsable de entregar nuestras riquezas, nuestros recursos naturales a manos extranjeras y a la burguesía chilena. Tenía que estar muerto, tenía que haber justicia, a lo mejor si hubiera estado en estos momentos, y hubiéramos tenido las condiciones estaría condenado a cadena perpetua, a lo mejor no hubiera sido necesario matarlo, pero en ese momento , bajo esas circunstancias. Imagínate que después del intento de tiranicidio asesinan a cuatro dirigentes: Vidaurrázaga, Pepe Carrasco, Muskablitt y Felipe Rivera. Esa era la dictadura en la que vivíamos y el principal responsable de eso era Pinochet.
– O sea ustedes no querían matar un hombre; querían matar a un tirano.
-A un tirano, así es, así es. O sea nosotros estábamos matando lo que representaba Pinochet y creo que es justo. Se ha hecho en un montón de lugares, Somoza fue ajusticiado, el padre de antes también había sido ajusticiado, se buscó al dictador paraguayo Stroessner. En fin los pueblos tienen derecho a hacer justicia, fue imposible hacerla de un mejor manera.
La Comandante Claudia
– Ahora que hablamos de esos tiempos, ¿supiste de alguna vinculación de Michelle Bachelet y el FPMR? ¿Existió la Comandante Claudia? ¿O la inventó la derecha?
– La Comandante Claudia es un invento de la derecha. Lo que nosotros hemos manifestado es que efectivamente hubo un aporte en el plano político de parte de Michelle Bachelet, eso es innegable. Bueno, ella lo puede negar. Nosotros lo dijimos en un momento: “Ya no es una aliada, ni siquiera es una adversaria”. Ella se convierte casi en una enemiga cuando trata de levantar el Tratado de Asistencia Recíproca desde su cargo de Ministro de Defensa, una cosa que pertenece al imperialismo norteamericano y cuando empieza a trabajar para los intereses del imperio y del gran capital. No es un tema para nosotros porque cada cual debe ser capaz de asumir lo que fue. La Comandante Claudia es una falsedad, por eso también cuando nos preguntaron lo dijimos, pero tampoco vamos andar mintiendo, porque esa no es nuestra forma de enfrentar al enemigo, al adversario. No. Así no lo hacemos. Lo enfrentamos con la verdad, y la verdad es que esa comandante Claudia no existió nunca.
-Si los miembros de Patria y Libertad, deciden crear un partido político, cumpliendo todos los requisitos exigidos por la ley, ¿ustedes objetarían esa decisión? ¿Plantearían algún tipo de rechazo?
– Hay diferencias sustanciales con Patria y Libertad. Nosotros somos luchadores anti dictatoriales, nosotros somos parte de la historia, hemos venido a ser parte de la historia de rebeldía de nuestro pueblo, igual como lo fue las mancomunales, los obreros luchando por su reivindicaciones, la gente luchando en política, luchando en las calles para llegar a un gobierno popular, un gobierno popular que fue el mejor gobierno que tuvo Chile. Nnosotros somos parte de esa historia, todas las naciones del mundo estaban con él, salvo los norteamericanos y algunas dictaduras que había por esos lados. Luego nos pusimos en la lucha contra la dictadura. Patria y Libertad, no es así. Fue una organización que generó condiciones a través de la desestabilización, con los atentados, los asesinatos, voladuras de torres, generó condiciones para el Golpe de Estado contra un gobierno constitucional. O sea no era una dictadura. Allende había sido elegido por los votos y después aprobado en el parlamento. Se mató al General Schneider, se mató al comandante Araya, edecán naval del Presidente Allende, se recibieron armas de los EEUU para realizar este tipo de acciones, fueron financiados por los norteamericanos. Entonces la usó para derribar a un gobierno constitucional, un gobierno que además venía subiendo en la aceptación popular, muestra de ello fue la última elección municipal. No había una dictadura y lo que hizo Patria y Libertad fue luchar contra un gobierno, o sea aplicar el terrorismo contra un gobierno que era legítimo. (Ojo, que ahora con Venezuela la oposición con este Ledezma acapara la alimentación de la gente, deja de producir cuestiones básicas para la población, como detergente o confort, y contrabandea para lucrar en esta situación, además de generar grandes colas para comprar las cosas. Además Ledezma, López, Capriles, Corina Machado sacan declaraciones con peticiones de renuncia al presidente que fue elegido legítimamente por los venezolanos. Así que allá hay algo muy similar a lo que ocurrió aquí: el acaparamiento, el desabastecimiento, empezaron a originar el bloqueo de ciertas cosas de los norteamericanos, de herramientas, de repuestos que impedían el funcionamientos de la economía del país.
– ¿Tienes alguna crítica al gobierno de Allende? Algo que se haya hecho mal o de forma ineficiente.
– Sí, lamentablemente Allende tuvo muy poco tiempo, y el proceso de concientización de la gente es largo. No son procesos de un día para otro. Dos o tres años en la vida de un país no son nada. Entonces faltó mucha conciencia de la gente, todo lo que significaba la distribución de la alimentación y una serie de cosas que uno lo ve como cierta ineficiencia, donde no se logró sacar algunos proyectos, y unas ideas para lograr abastecer al país. No hay que olvidar queAllende nacionalizó el cobre que es la riqueza con la cual hasta hoy vive el país. Si no se hubiera nacionalizado sería un país más pobre. Tendríamos menos recursos los pobres, porque es un país rico que se llevan otros. Desde el punto de vista económico, creo que el gobierno de Salvador Allende fue un gobierno revolucionario; desde el punto de vista político creo que fue un gobierno que se apegó demasiado a la institucionalidad que había, por ejemplo, el pensar que estas FFAA que hasta el tiempo que gobernó Allende había promovido y ejecutado cantidad de golpes, intentos de punch, de esos, sola una vez Marmaduque Grove, el año 32, hace la revolución socialista, que duró 33 días, entonces la confianza en militares que habían sido golpistas, que permanentemente estaban dando señales como el Tacnazo, antes Viaux contra Frei, que ante cualquier cosa que oliera a progresista, de cambios, de pequeñas reformas, en el estado capitalista de bienestar que había, saltaban estos militares, cuya composición de mando generalmente provenía de la pequeña burguesía, de esta pequeña burguesía que llegó al país inmigrante, entonces encuentra a los Matthei, Pinochet, Leigh, o Merino que era de las familias antiguas, rancias que llevaban a la oficialidad naval para cuidar los interesas de la burguesía de sus familias, entonces era extraño que respetaran la democracia. Faltó el componente político de mayor poder popular, o sea que el mundo social pudiese blindar el gobierno popular y en ese sentido es una crítica, la crítica a los partidos que compusieron de la Unidad Popular. De no haber sido capaz de tener una política de defensa que permitiera defender el gobierno popular. La burguesía contaba con las Fuerzas Armadas. ¿Y con qué contaban los que queremos hacer cambios para bienestar del pueblo y de la gente, ¿Cuál era las FFAA o el Ejército con que contábamos? Ninguno, porque no había una política de los partidos destinada a eso.
-Tratando ese tema de las FF.AA, ¿consideras que las FF.AA. actuales son muy elitistas? ¿Qué las FF.AA. deberían abrirse a la clase media para la formación de la oficialidad? Ampliar un poco la mirada, ¿sería bueno tal vez eso?
– Sí. A nosotros antes, en varias conferencias de prensa, nos preguntaban recurrentemente, cuando dábamos entrevistas o conferencias: “¿Ustedes harían uso de la violencia nuevamente? ¿Ustedes van a usar las armas nuevamente?”. Y nosotros tenemos una respuesta para eso, decimos ¿Por qué siempre nos preguntan a nosotros si vamos a usar las armas o si vamos a usar la violencia? ¿Por qué no han ido a preguntarle a la burguesía y a las FFAA si es que van a usar la violencia o no? Ellos son los que usaron la violencia terrorista en este país. Ellos torturaron, masacraron a gente que estaba amarrada. Entonces no tienen que preguntarnos a nosotros. Tienen que preguntarle a ellos y en ese mismo sentido te digo que tampoco basta con la pregunta. Tienen que tomarse las medidas necesarias para que eso no vuelva a ocurrir. Repito, para que no vuelva a ocurrir tienen que ser Fuerzas Armadas que estén al servicio del pueblo chileno, de los pueblos que habitan Chile; y no al servicio de los intereses económicos de una minoría. Mira la lógica de las FF.AA, cuando hubo un saqueo de las casas por los incendios en Valparaíso, en vez de mandar gente a ayudar, mandaban gente con fusiles. Era ridículo ver mientras la gente trabajaba y corría con sus televisores, milicos corriendo con sus fusiles por los lados. Entonces en ese sentido las FF.AA. son unas fuerzas armadas todavía al servicio de los intereses de la pequeña burguesía incluso, entonces ¿cuáles son las medidas para cambiar?, es difícil cambiar las FF.AA, si me preguntara que es lo que haría yo haría, un Ejército que se opusiera a esas FF.AA. y esa sería la única forma porque si no el cambio que se tendría que producir es radical, incluso los altos mandos ya casi por simpatía tendrían que salir todos, el nivel de educación que debería tener, la malla curricular tendría que cambiar toda, de una malla curricular que sea de una enseñanza popular, técnica, por supuesto en lo que se refiere a las cuestiones de carácter técnico. Pero hoy día todavía los milicos piensan que la hicieron re bien y que si vienen de nuevo el pueblo a tomarse… porque ellos creen que el pueblo es subversivo, su doctrina está enfocada contra el pueblo chileno, no está enfocada a la defensa de la soberanía, ¿hoy día con quién debería tener problemas Chile para tener el ejército que tenemos? Las FFAA contra Perú, contra Bolivia, contra Argentina, ¿Quién quiere hacer la guerra? Destinamos el 10% de las ventas brutas del cobre para armar a las FFAA. Las FFAA actúan con privilegios. Mientras un profesor que trabajó 35 años enseñándole al país, enseñándole a generaciones del país, puede sacar una jubilación de 300 o 400 mil pesos, un suboficial mayor de las FFAA sale con el sueldo completo, fondo de pensiones. Ellos siguieron teniendo su caja, su propia caja. O sea actúan con intereses y privilegios. Y los que le otorgan esos privilegios son a los que sirven, tienen prisiones especiales, tienen justicia especial para ellos. Entonces son efectivamente unas Fuerzas Armadas elitistas y que están al servicio de intereses absolutamente contrarios a los que tiene el pueblo chileno, o los pueblos de Chile.
– Esta debería haber sido una de las primeras preguntas, de los tiempos de la fuga de la cárcel. Cuando tú estaba encerrado, sin saber cuál iba a ser tu futuro, con peligros y temores ¿cuáles eran los pensamientos que tenías de noche en esa celda cuando se apagaba la luz, qué anhelabas, cómo te imaginabas el futuro, qué es lo que sentías en ese tiempo y qué es lo que sueñas hoy, cuando apagas la luz de tu pieza? Empecemos con lo de la cárcel.
– Mira quizás hay recuerdo que son cada día más vagos en la mente de uno, en la medida que uno va envejeciendo. Los momentos que se vivían allí eran momentos de mucha rapidez, el ser humano cuando está preso anhela la libertad, eso es así. No conozco seres humanos, deben ser muy pocos, aquellos que desean estar presos. Por lo tanto la libertad es el lema de la cárcel. Cuando uno llega a la cárcel lo primero que piensa es arrancar y hace planes. Lo que pasa es que no todo resulta, pero en el caso nuestro había, porque los delincuentes comunes también se fugan, una cosa superior. Nosotros queríamos seguir peleando y lo que nos impedía pelear de igual a igual como nuestros hermanos afuera, para poder terminar con la dictadura, eran los muros de la cárcel. Porque las puertas no se abrían para nosotros. Entonces la única forma era sobrepasar los muros y nosotros lo hicimos a través de un túnel. En las noches cuando uno está acostado, esperando que llegue el momento, uno pensaba, debido a la situación, como le gustaría que fuera este país. Y uno pensaba en la revolución, no pensaba que se veía próximo. Pero es lo que uno quiere que se realizara. Pensábamos que los cambios iban a ser profundos y que ya no iba poder ser igual, que el esfuerzo que habían hecho miles y miles de compañeros -y que habían hecho cientos de compañeros que ya no estaban con nosotros- se iba a hacer realidad de alguna manera. Cuando se apaga la luz afloran los sueños porque uno tiende a sumergirse más en uno mismo y a pensar en la familia, a pensar en los amigos, en cómo es la calle afuera, que habrá pasado en la calle, la gente del barrio, la gente que anda arrancando. Claro, mi vida giraba en torno a eso y se profundizan más cuando uno escucha las canciones, en ese tiempo Radio Umbral con Pedro Enríquez, compañero lamentablemente desaparecido, que era el locutor de la radio que nos hacía ver no solo con la luz apagada, sino que muchas veces con la radio a pila escuchando las canciones que nos dedicaban compañeros y compañeras a la cárcel. Uno a veces piensa en sus sueños y llega rápidamente a la realidad de que aquellos no están. A lo mejor fue un largo sueño y que pueden estar nuevamente. Entonces por eso lo sueña. Y cuando salimos nos integramos a diferentes cosas, seguimos trabajando. Creemos que perdimos haciendo algunas cosas, tiempo importante de nuestras vidas que algunos los ha llevado hacia la Nueva Mayoría, y a nosotros nos llevó para otro lado.
– Acerca del Partido Rodriguista, han llegado por internet, muchos comentarios, de distintos lugares del país, gran parte de gente entusiasmada. otros preguntando en Petorca si es en serio la cosa, otros de una Franja Cultural en Concepción diciendo: “Eso siempre se los había dicho a los del Movimiento y no me hacía caso. Eso es lo que tenían que hacer”. Sin embargo hay otros que dicen que los que salen en la foto cuando se dio a conocer la noticia del Partido Rodriguista “ya se ven en el cargo de diputados ganando los millones”. Porque hay varios que antes decían que las elecciones no eran el camino y ahora están en las elecciones”. ¿Cómo se va a responder a esa expectativa? ¿Qué van hacer?
-Tengo como cuatro respuestas. Primero, nosotros no creemos que el camino de inscribir un partido sea el camino para hacer las transformaciones. Es una herramienta que nos permite en lo fundamental la organización de la gente. De llegar a alguna gente, de que alguna gente se pueda expresar con autonomía, con independencia respecto de sus propias demandas. Eso es lo primero. Porque a través de la institucionalidad vigente no es posible hacer los cambios. Tendría que haber primero una Asamblea Constituyente. Entonces lo que queremos hacer es aprovechar esos espacios que se dan, donde participa el 50% del país, pero la gente con derecho a voto por así decirlo va a emitir un voto, pero que es un momento que muchos lo utilizan para tratar de hacer cambios en el país y nosotros queremos acompañar ese proceso, no creemos que vaya a ser la solución. Un diputado no puede solucionar nada. Un Alcalde tampoco soluciona nada porque depende de los presupuestos, de una serie de cosas. Pero sí creemos que es la vía importante para la organización de mucha gente que quiere tener una expresión electoral. También ahí hay que disputarlo, bajo esta institucionalidad no se va a ganar, o sea a ese revolucionario o entre comillas revolucionario, si es que estuviera seguro de ganar un candidato o un diputado participaría, y ese no es el tema. Son los grandes cambios del país. Ese es el tema. Y y eso no se va a lograr con un diputado. Lo segundo, nuestra organización y otras, en general tienen un gran problema en este tipo de situaciones, en la creación de un instrumento electoral. No por miedo, porque no estamos acostumbrados a esto; estamos acostumbrados al trato normal con la gente. Entonces esto te genera ciertas situaciones, no quieres cambiar la forma de hacer las cosas. Nadie acá podría ganar plata para provecho personal, haciendo política ficción, si llegara alguna vez ganar un diputado rodriguista, obviamente no puede vivir ese diputado rodriguista o si fue sacado con esto, con la cantidad de millones que vive esa gente. No puede ser, es un insulto a la gente.
– ¿Renunciarían al sueldo?
– Es que no puede ser. Tenemos que cambiar eso. O buscar la forma para dárselo a un sindicato, o de dárselo a un centro cultural, o repartirlo colectivamente dentro del propio colectivo rodriguista. Ahí se decidirá. Pero lo que sucede hoy es que los diputados viven con esos sueldos millonarios, son de provecho personal. Llegar ahí es una carrera para enriquecerse. Hay diputados que llevan doce años en el cargo. Saquen la cuenta de los millones de pesos mensualmente, doce años en el cargo. Aparte de los negocios, que la cosa del tabaco, que la cosa del licor, que la reforma tributaria, que las leyes de las farmacias, que las leyes de esto, que vende cosas en el supermercado, pegas para las familias. Bueno yo creo que hay una expectativa respecto al Partido Rodriguista, el PR es un instrumento del MPMR, lo hemos dicho reiteradamente, el PR no es una estructura como tal. Por ejemplo, en Cabildo, Petorca, La Ligua, se está armando un gran comité que busca solucionar el problema del agua y varios problemas más que tiene ese sector, que están viviendo mal, que está pasando por momentos difíciles. Esos deben ser parte de este proceso. Algunos se incorporaran a las casa Bólivar, otros se incorporaran a la Izquierda Popular Estudiantil, otros se incorporaran a una cosa más amplia. Pero de lo que se trata es de la organización. No de que organicemos un partido. Se trata de que la gente que está en el Partido sea capaz de organizarse en distintas partes. La gente que quiere participar en esto no los estamos invitando a conformar una burocracia, los estamos invitando que conforme con esta idea, con este esfuerzo, a través de la vía electoral, de formas electorales de lucha, que pueda participar con todas sus capacidades y autonomía. Ahora hay expectativa. Las redes sociales, yo creo, van generando expectativas. Sin ir más lejos, esta es una anécdota, estábamos en el aeropuerto y había una persona que se acercó y me dijo: “Pucha, estuve viendo. Que te vaya bien en la cuestión”. Se acercaron dos más en el aeropuerto, tú sabes lo que es un aeropuerto y uno no va a encontrase con gente, o para andar mirando gente. Fueron tres personas que me conversaron. Algunos seguramente me conocían, porque me dijeron “Marco”. No tengo idea quienes son. Entonces al menos hay gente que vio la noticia. La expectativa está en que colectivamente tenemos que ser capaces de generar la organización que necesitamos. Tiene que ser una cosa colectiva porque si no, de verdad, nosotros no la hubiéramos armado. Es un instrumento.
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Marco Riquelme…Sin ir más lejos, esta es una anécdota, estábamos en el aeropuerto y había una persona que se acercó y me dijo: “Pucha, estuve viendo. Que te vaya bien en la cuestión”. Se acercaron dos más en el aeropuerto, tú sabes lo que es un aeropuerto y uno no va a encontrase con gente, o para andar mirando gente. Fueron tres personas que me conversaron. Algunos seguramente me conocían, porque me dijeron “Marco”. No tengo idea quienes son. Entonces al menos hay gente que vio la noticia. La expectativa está en que colectivamente tenemos que ser capaces de generar la organización que necesitamos. Tiene que ser una cosa colectiva porque si no, de verdad, nosotros no la hubiéramos armado. Es un instrumento.