Dios disfrazado de Michael Jordan. Larry Bird (1986), jugador de Boston Celtics.
Era el segundo año de Jordan en la NBA. Una lesión solo le había permitido jugar 18 partidos en la temporada regular, pero aún así, los Bulls se clasificaron para disputar el playoff por el título. En primera ronda les esperaban los todopoderosos Boston Celtics, con Larry Bird a la cabeza. Aquel 20 de Abril de 1986, en el segundo partido de la serie, se pudo ver una de las mayores exhibiciones individuales de la historia del baloncesto al máximo nivel. Tras dos prórrogas los Bulls finalmente perdieron, pero ese es un dato que casi nadie recuerda de aquella noche. Ni falta que hace. Porque lo que trascendió fueron los 63 puntos de Jordan (record aún vigente en la NBA en un partido de playoff) y la mítica frase de un Bird aún estupefacto: I think it’s just God disguised as Michael Jordan.
Jot Down Magazine.