Mar muerto

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Fotos y texto de Sebastian Henríquez Pérez
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El archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile, cambió la cara. De ser un paraíso para sus habitantes y turistas, se transformó en un territorio en crisis luego que empresas salmoneras vertieron en el mar nueve mil toneladas de salmones descompuestos contaminando toda la zona, lo que, a su vez, generó una mortandad de la fauna marina. El archipiélago siempre ha estado desprotegido y aislado física y políticamente; pero hoy más que nunca.
Chiloé, cuyo significado del mapudungun es lugar de gaviotas, fue descubierto por Francisco de Ulloa en 1553 siendo posteriormente bautizado como Nueva Galicia. Pero los conquistadores españoles no estaban solos: entre medio de los robles y arrayanes cerca de 30 mil chonos y huilliches los estaban mirando. Sorprendidos, los indios, observaron cómo los españoles quemaban parte de los bosques. Fue la primera gran destrucción de su entorno en una larga lista que se mantiene hasta pocas semanas atrás.
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Chiloé, abril del 2016
Un rostro curtido por la salinidad y el viento. La piel oscurecida por el frío madrugador y el esquivo sol otoñal. Surcos, cauces, líneas en el rostro de quienes han tratado de imaginar aquello existente más allá de la línea del horizonte. Es la vida de los pescadores y mariscadores chilotes. Las manos ásperas de tanto recoger redes, lienzas y buscar en las profundidades a tientas con la única ayuda de Dios. Un Dios que se necesita ahora, mas que nunca, ante la urgencia de esta catástrofe. Pese a ello las cerca de 150 iglesias típicas construidas desde 1606 por los primeros jesuitas reciben todos los domingos los mismos fieles de siempre quienes rezan por un milagro que los devuelva a la normalidad. Pero pareciera que los milagros no existieran en el archipiélago. Al contrario: muchos de esos fieles sienten el castigo de Dios por algo que no logran entender. ¿Por qué han sido azotados con su ira? Algunos tiene la ligera sospecha que ha sido por algo tan pecaminoso como lo es la codicia. Codicia de gente que ni siquiera vive en Chiloé.
Hoy la búsqueda diaria de sustento ya no existe; salvo para constatar el drama de un mar muerto. Lo mataron unos pocos. Y no hay culpables, ni justicia, ni nadie que pueda ayudar a cientos de comunidades en el sur de Chile, en un Chiloé dejado a la deriva desde hace mucho tiempo.
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Humo y sangre
La mayoría de las personas que protesta en las calles de Castro, Ancud, Quellón, Maullín, Carelmapu o en los puertos y diversas islas, no sabe el significado del término eutrofizacion. No tienen porqué saber que es la acumulación de residuos orgánicos en el litoral marino o en un lago, laguna, o embalse que causa la proliferación de ciertas algas. Es un enriquecimiento de nutrientes; pero ellos -gente con escasos estudios- no saben mucho de esas cosas. El único enriquecimiento que conocen es el de los dueños de las salmoneras, algunos con capitales extranjeros; otros (SalmonChile) liderados en una asociación de diversas empresas por el ingeniero civil demócrata-cristiano Felipe Sandoval quien fuera sub secretario de pesca en el 2001 y el sepulturero de las minas de carbón de Lota. Hoy, Saldoval, parece que va a oficiar el funeral de los recursos marinos desde Valdivia a Chiloé y nadie lo va a sancionar. Así se han manejado las cosas en Chile desde unos años a la fecha. El crecimiento económico extractivista a cualquier costo es lo que vale. No para la comunidad; pero sí para empresarios y políticos mas interesados en indices macroeconómicos que de la comunidad de un archipiélago en el fin del mundo.
Es curioso y a la vez vergonzoso que, pese a tener un litoral enorme, Chile sea uno de las naciones con menor consumo per capita de pescado en el mundo. Este alimento es carísimo en un país con una ley del medio ambiente que no cumple las funciones esenciales dando vía libre para excesos como los
ocurridos con las salmoneras. Todo ello enmarcado en una corrupta Ley de pesca. El resultado es evidente: una zona de catástrofe que no ha sido declarada por el gobierno. De la famosa Ley de pesca mejor ni hablar. Hace meses que debió ser derogada pero nuestros honorables diputados han hecho oídos sordos. Para muestra un botón: cuando debían discutir la situación en Chiloé gran parte de ellos se ausentó de la Camara. ¿Cómo se explica algo así? De Ripley. Luego se extrañan porque la población los tilda de sinverguenzas y en Valparaiso y Viña colocan banderas bolivianas.
Mientras tanto en el archipiélago los pescadores ahora buscan la condonación de sus deudas bancarias hasta que se supere la crisis sumado a una acuciosa investigación para aclarar los hechos; además de sanciones a las autoridades que permitieron el vertimiento de las toneladas de salmones descompuestos. El ministro del interior, Jorge Burgos, dio una respuesta que dejó sorprendido a todo Chile una vez más: dijo que el gobierno no era de billetera fácil. Se sabe que Salud, Educación y Vivienda nunca han tenido billetera. Lo que molesta es que sí la tengan las Fuerzas Armadas incurriendo en el mayor fraude de la historia, el Milicogate. “Pero bueno”, dicen los chilotes, “no nos vamos a sacar la suerte entre gitanos”. Todos saben lo que, desde hace tiempo, ocurre en este país. Es por ello que los habitantes de esta remota zona austral no desean ser engañados. El desastre está a la vista, en el mar y las playas.
https://vimeo.com/168713273
¿Cuál es el real estado de contaminación en el Archipiélago de Chiloé? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Y tal vez deba pasar mucho tiempo para tener certezas. Lo único seguro es la mortandad de toda la fauna marina. Algunos le echan la culpa a la marea roja, ante el aumento de la temperatura de las aguas, pero no es así. La marea roja no mata gaviotas, ni lobos marinos. El veneno de salmones, atestados de antibioticos, y ahora en descomposición sí.
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Guerra a muerte
La historia chilota tiene diversos rasgos beligerantes con el estado chileno.
Ya desde la guerra de independencia los chilotes se alinean con las tropas realistas. Más tarde la República de Chile hace tres intentos por conquistar el archipiélago (1820, 1824 y 1826). Es la campaña de Chiloé que finalmente anexa este díscolo territorio. Pasan los años sin mayores cambios. Nadie le da importancia a ese alejado paraje. Hasta que en 1895 el estado chileno comienza a entregar tierras a colonos extranjeros y empresas. Muchos chilotes, sin trabajo y en un claro estado de indefensión, deciden emigrar a la Patagonia o a Argentina. A comienzos de 1980, con el logico impulso de los Chicago Boys, se inauguran las primeras industrias salmoneras que en vista a liderar ventas a nivel mundial entregan trabajo a un gran número de isleños. Es la época dorada de la industria. Los sueldos superan la media y la gente incluso puede ahorrar. Hasta que la producción acuicola presentó diversos virus que causaron alarma en Europa. Algo andaba mal y hacia presentir malas practicas. El boom había acabado. Se produjeron despidos y los diversos gobiernos dieron luz verde para que las salmoneras pudieran, a cualquier costo, salvar de una zozobra mayor sin darse cuenta que el remedio -nula fiscalización- iba a ser peor que la enfermedad. Ahora ya es tarde. Y la realidad entrega dos variantes: empresarios que a través de los años engrosaron sus cuentas bancarias, y por otro lado una población sin un peso en sus bolsillos.
Chiloé tiene una gran mitología. Personajes como la Pincoya, el Invunche, el Trauco, o la Fiura son seres malignos que, de ser reales, se asustarían ante la irresponsabilidad casi psicopática de gerentes y supuestas autoridades ambientales y de pesca.
A los pocos días de iniciarse la crisis muchos se preguntaban porqué la Presidenta Bachelet estaba en Suecia e Inglaterra y no en Chiloé. Bachelet cenaba con el Principe Carlos en el Chile Day rodeada de una cincuentena de empresarios del Reino Unido. Mientras tanto en los puertos y caletas se hacían ollas comunes para quienes se movilizaban en las frías noches sureñas. ¿Dónde estaban las autoridades? ¿Dónde estaba la prensa? El papel de los medios de comunicación masivos fue vergonzoso.
Canales como Mega o Chilevisión no daban una sola noticia. Chiloé estaba en llamas y estos canales se hacían los desentendidos. TVN -luego de algunos días- reporteó sobre el aislamiento forzado que sufrían los habitantes, ante el cierre del transporte por parte de sospechosos camioneros y los pescadores, en un claro afán de denostarlos.
A más de una semana de iniciadas las movilizaciones en Chiloé, se respira un cierto aire de incertidumbre. Es la guerra del desgaste propuesta por el gobierno dando sus frutos: algunas declaraciones señalan de interlocutores no validos, de traiciones y de intereses creados,todo ello sumado al trabajo de una Presidenta ausente y un equipo negociador sin moral. Con el paso del tiempo es un hecho los bloqueos de carretera medio abandonados y el descontento de un pueblo víctima de las propias estrategias de sus dirigentes que hoy son las señales que ilustran un movimiento semi debilitado.
Luego de algunos días no es tan difícil llegar a la isla. Es más un acto de paciencia que de esfuerzo. Los chilotes intentan regresar a su tierra en todo momento. Muchos llegan hasta el empalme Calbuco en bus, para luego hacer dedo hasta el cruce Maullín, donde se origina el principal bloqueo/toma de carretera en la ruta hacia Pargua. Decenas de camiones detenidos esperan un momento para lograr pasar, mientras los choferes comparten el desayuno bajo los primeros rayos del sol.
Hasta el transbordador distan10 kilómetros. Cualquiera con suerte encuentra alguien que lo lleve; si no se debe caminar. Luego, la única manera de cruzar a la isla es que un vehículo de emergencia necesite pasar. El tiempo de espera es incierto, dependiendo más de la suerte que de la organización. La información es escasa, nadie sabe nada. Carabineros y marinos se encojen de hombros. Mucha gente espera reunirse con su familia en la isla: estudiantes, trabajadores, niños, abuelas. Casi 100 personas diariamente. Esperan por 4 horas el transbordo hasta Chacao. De llegada, la escena se repite, barricadas medio vacías, cientos de alambres retorcidos son la huella de un apoyo más incondicional. Hasta Ancud a dedo. Los chilotes ya se acostumbraron. Los pocos vehículos que funcionan a diesel siempre están dispuestos a llevarlos.
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Ancud es una ciudad tomada. Por todos lados hay signos de resistencia y lucha. Carabineros se mantiene ajeno al conflicto. Según cuenta un uniformado (se reserva su identidad), en la Primera Comisaría de Ancud: “Ellos están reclamando un derecho, no hemos recibido ninguna orden de desalojo. Esperamos tranquilos que el conflicto llegue a su fin”. Es como si existiera una relación de respeto entre pescadores y carabineros, ante una movilización legitimada por una ciudad entera. Pescadores comentan que muchos de los carabineros son hijos de buzo y que además, sin Fuerzas Especiales -las que no pueden llegar desde Puerto Montt- jamás se les enfrentarían.
Durante la tarde seis localidades de la isla (Castro, Dalcahue, Quinchao, Puqueldón, Queilén y también Curaco de Vélez), firman un acuerdo con el Ministro coordinador Luis Felipe Céspedes. En Ancud y Quellón el ánimo está en el suelo. Muchos piensan que el movimiento terminaría esa misma noche. A las 20:00 todos están en el bloqueo principal de Ancud, esperando el comunicado oficial de sus dirigentes. ¿Ancud sigue movilizado o se suma al acuerdo junto a las otras 6 localidades? Todos los ojos están puestos en el pescador y dirigente Pablo Oyarzo, quien entrega el comunicado oficial. “No nos bajamos, todo sigue igual”. Luego se da la oportunidad para que los ancuditanos interpelen al dirigente, al que hacen sentir su malestar por el desabastecimiento de bienes y combustible, niños sin clases, y almuerzos de Junaeb no entregados. La gente se pregunta si valdrá la pena tanto esfuerzo. Entre la multitud se encuentra el abuelo viral de Chiloé, Sigisfredo Maldonado de 82 años, quien escucha atentamente al “Pato” Oyarzo en el comunicado oficial. “Todo seguirá igual en Ancud”. Con elocuencia y cercanía, los dirigentes se ganan al ciudadano ancuditano. Se resuelven las diferencias y se decide continuar luchando para que el bono de emergencia llegue a todos los pescadores afectados, ya que de momento en Ancud hay sólo 300 beneficiarios inscritos que han pasado los filtros del gobierno y miles de pescadores indocumentados no recibirán ningún tipo de ayuda.
Recorriendo las calles se llego a la toma de los buzos mariscadores, con un asiento especial para la querida presidenta. Chilotes con al espíritu en alza reavivan sus hogueras para pasar una noche más de toma, en compañía del “Flaco”, deportista y pescador quién muriera baleado “trabajando en el loco” en noviembre del 2015. Su historia refleja un poco hasta que punto llegaron las cosas en esta loca carrera por hacerse de dinero.
Nos referimos a El “Flaco”, Osvaldo “Coty” Tiznad, joven chilote asesinado de un tiro en la guerra del loco durante la madrugada del 24 de noviembre del 2015. La declaracion judicial señalaba que “en horas de la madrugada el imputado -que ejercía labores de vigilante en el sector de Chaihuaco, que son áreas de manejo correspondientes al recurso del loco- estaba premunido de un fusil y además de un largavista y reflectores que permitían alumbrar el mar, así divisó estas embarcaciones, tres pangas que venían desde Ancud y dentro de ellas se encontraba el bote a motor “Marina Paz”, donde estaba a bordo la víctima. El imputado al ver estas embarcaciones disparó en cuatro oportunidades, dando muerte a Osvaldo Tiznado”. La Fiscal de Maullín, Ana Agûero certificó los hechos.
Por la ruta 5 sur el puente Pudeto es el principal acceso a la ciudad de Ancud pero permanece completamente bloqueado en ambos extremos con barricadas y tomas que impiden el paso. Son pocos los aventureros que cruzan a pie en la noche este lugar, la mayoría residentes de la zona.
Gladis Cárcamo junto a sus niños nos habla de desolación, tristeza y preocupación por que los pescadores son la vida de Ancud y de todo Chiloé, ya que todo es una cadena donde abastecen supermercado, restaurantes, hoteles. Siente que la isla siempre ha sido postergada, Chile llega hasta Puerto Montt. Llama a la señora Bachelet, a que no los miren como un trapo sucio.
El domingo 15 de mayo, con la hora cambiada, mariscadores hablan muy temprano sobre alternativas para poder trabajar y darles sustento a sus familias. Recogiendo las conversaciones, se entiende que el daño no ha sido sólo al molusco bivalvo, si no que ha afectado a especies como los pescados y hasta algas, ya que no sólo es la marea roja. Entonces la gente que se desenvuelve, de alguna u otra forma, en el mar va a tener que irse de la isla. Y eso lo ven como un problema social tremendo porque sus hijos tendrán que dejar de ver a sus papás, y las mujeres tendrán que cumplir la función de papá y mamá lejos de los hijos que están en la universidad estudiando fuera de Chiloé.
Una de las consecuencias más notorias de estar “aislados” es el desabastecimiento de bienes y combustible, que afecta a todos por igual. A raíz de esto, para apalear el problema de la escasez, funcionarios de la municipalidad de Ancud han facilitado el funcionamiento de una feria en la plaza de armas de la ciudad, incluso trasladando a los chacareros desde distintos puntos periféricos.
Nos encontramos con don Rigoberto Maldonado, un peñi de las tierras de Temuco, quien permanece en la isla desde el 59’. Habla de un sentimiento de tranquilidad y paz. El único problema es el desabastecimiento, pero que ni se compara con el del terremoto del 60’ en donde la ayuda extranjera fue más expedita que la del gobierno chileno.
Se cambia la hora, se va a misa más tarde pero los problemas persisten en Ancud. Y el problema más grande lo tienen los pescadores artesanales, buzos que extraen del mar “bivalvos”, es decir, almejas, choritos, choro maltón. Nadie sabe cómo va a terminar este problema. Otros tienen cuotas aseguradas de luga, merluza, jaiba, bacalao, erizo y pueden seguir trabajando, ya que la marea roja no afecta sus productos. Además en la isla hay sectores en los que se puede seguir trabajando; pero las autoridades, encuentran marea roja en algún lado y abarcan todo por seguridad.
Raúl Reilin y José Caileo pescadores artesanales en Ancud, recolectores de bivalvos están parados por la marea roja juntos a sus botes sin poder trabajar. Piensan en alternativas, pero creen estar muy viejos para hacer otra cosa y de todas formas no hay otras fuentes de trabajo en la isla. “Los que tienen lanchas grandes hoy no tienen problemas para trabajar, pero estamos todos unidos en una misma lucha. Ellos se ponen la camiseta por nosotros en este momento”, señalan.
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Los medios han demonizado el consumo de productos del mar, lo que ha provocado una contracción de la demanda de estos bienes, afectando directamente a quienes los extraen como insumo para un sector bastante complejo. Independientemente si el producto es afectado o no por marea roja, la reacción de rechazo es generalizada, impactando a la cadena completa de abastecimiento, es decir, buzos mariscadores, recolectores de orilla, pescadores, vendedores en ferias, restaurantes. Además, la estrategia de bloqueo propuesta por los dirigentes ha causado un desabastecimiento de bienes de consumo desde la canasta familiar, al combustible e incluso cigarros. También se han visto fuertemente golpeados, establecimientos directamente relacionados con el tránsito de pasajeros como hoteles, hospedajes, restaurantes, artesanía, clubes nocturnos. Chiloé hoy vive una crisis económica y social que debe ser resuelta pronto o las consecuencias serán irreparables.
Ya es tiempo de preparar el regreso al continente, sin saber cuánto tiempo tomará o cuando deberás caminar, lo importante es llegar. Se abre el paso del puente Pudeto de 16:00 a 19:00 horas. 28 kilometros separan Ancud de Chacao en donde se toma el transbordador hasta Pargua.
Durante el día se comunicó la llegada de camiones con combustible a la isla para abastecer a las ciudades y entregar una cuota limitada de $20.000 por persona. Las filas de auto en las bencineras son interminables. Para poder pasar, la condición era que moviesen todas las barricadas y apagaran las fogatas. Simbólicamente con esto el movimiento pierde fuerza.
Ya después de cuatro horas esperando en Chacao te haces amigo hasta del famoso perro “Barricada”.
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Cae la noche en la isla. Aante el humo agonizante de la barricada en Chacao cientos de peatones regresan al continente, algunos con transporte seguro a Puerto Montt. A otros nos tocará caminar en la penumbra de una Ruta 5 completamente apagada.
A lo lejos el mar está muerto- privao como lo denominan ellos-; pero no el espíritu de los chilotes. Ellos, más que nadie, saben que después de la tormenta siempre sale el sol. Aunque esta tormenta sea una de las más grandes que los ha afectado.

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