El ambiente literario santiaguino es muy maricón.

¡Compártelo!

Daniel Rojas Pachas
Editor Cinosargo.  
Por Rodrigo Ramos.
En la batalla de la literatura no hay respiro ni misericordia. Los escritores cual febriles soldados saben de derrotas, pero aun así dan frontal pelea. Vuelven derrotados una y otra vez sabiendo que tal vez algún día ganarán. Algún día que puede ser nunca.

Entre Arica y Santiago hay alrededor de un día y medio de viaje terrestre. Daniel Rojas Pachas, 30 años, Lima, poeta y editor de literatura, ha hecho varias veces este trayecto ida y vuelta. El motivo siempre ha sido el mismo: difundir en la capital las obras publicadas por la editorial ariqueña que dirige, Cinosargo,
En esta entrevista Rojas Pachas da a conocer sus impresiones sobre el ambiente literario santiaguino. Su visión.
Como antecedente, Cinosargo en casi tres años de gestión suma 17 libros publicados; casi seis libros por año. Cinosargo es una editorial que proyectó a varios escritores del Norte de Chile: Pablo Espinoza Bardi, Juan Podestá, Sebastián Andrés Olave, Danilo Pedamonte, Joel Vril, Víctor Munita y Rodrigo Ramos Bañados (quien escribe estas líneas).
Se puede decir, que sin Cinosargo, estos escritores no habrían podido publicar. Los libros han sido comentados en diversos medios tanto chilenos como internacionales.
Entonces, la gestión de Rojas Pachas es intensa desde una ciudad deprimida como Arica.

-¿Consideras que el ambiente literario santiaguino es centralista? 
-Creo que el ambiente literario en Santiago es muy maricón, pero no con la provincia sino consigo mismo. Como espacio me resulta un atropellamiento de pequeñas urbes dispersas y comunidades disgregadas que no se reconocen y no guardan empatía alguna. Si tienes una movida en Puente Alto y otra en Providencia rara vez se cruzan, quizás de modo particular porque un par de sujetos de esos sitios son compañeros de universidad, o parte de un taller en Balmaceda y se reconocen como tales, tal vez por causalidad llegan a formar parte de un colectivo pero en una tercera comuna alejada de sus hogares y ahí recién nacen ciertos vasos comunicantes. Quizás se cruzaron en algún proyecto como Descentralización o en un festival (lo curioso es que estos recitales se hacen mayormente en provincias), y me ha tocado ver cómo dos autores de Santiago, incluso de la misma comuna, vienen a reconocer al otro y su valor como persona y escritor solamente cuando interactúan por vez primera en un espacio neutro en Valdivia,  La Serena, Iquique o Rancagua.
Cada quién anda en lo suyo y ahí tienes una suma de revistas, espacios para lecturas y pequeñas editoriales navegando solas y perdidas y ante dicha imagen, considera el oficialismo que concentra la mayor atención de los medios. En torno a esa meca artificial de fundaciones, becas literarias y comentarios en diarios de tiraje nacional,
todas las provincias a través de sus autores corren, o sea las comunas inmersas en la gran metrópolis por decirlo de alguna forma, las circundantes y desde luego las extremas, sin distinción. Sin embargo, como es una puerta enana y miles tratan de cruzarla al mismo tiempo al final muchos quedan atascados, se pierden en el camino o caen en el anonimato de la masa informe y sólo algunos logran colarse y otros pasan por simplemente haber llegado antes debido a que están más cerca o enterados de primera fuente. Otros cruzan por cansancio o por ser amigos de algunos ya anidados del otro lado del umbral. Esto genera muchos grupos oraculares que se autoconsumen y autorrefieren ignorando a los demás.
Se vive en una tensión constante entre olvido y necesidad de figuración. Los individuos se fagocitan y se arman polémicas pero producto de esa misma necesidad de convivencia forzada y que nadie abandona, por mucho que diga odiar el ritmo de Santiago, porque se torna un sistema de supervivencia económica y hasta espiritual.
Por lo mismo, con suerte se pone atención a lo que pasa más allá de30 centímetrosde la propia nariz, claro, a menos que te convenga para un proyecto producto de la discriminación positiva, pues siempre luce bien mostrar a ese otro Chile, aunque para ser convocado o reconocido la provincia más extrema debe hacer mucha bulla, algo así como una explosión nuclear en el desierto, algo impensado y demasiado extravagante.
Creo que son pocos los medios editoriales, críticos, de prensa y también pares escritores que ven y olfatean más allá de sus propias fronteras. Por eso el golpe lo dirijo no sólo a Santiago, que concentra a la mayor cantidad de población y medios sino al ombligüismo local en todo sentido. Las provincias también levantan barreras ante sus pares, por ejemplo entre Arica e Iquique el nexo es tan solo por un par de interlocutores inteligentes y de mente abierta, si no fuera por estos seguiríamos con las viejas rencillas producto dela Zona Franca.Creo que vale más decir que cada región de Chile es extremadamente maricona con el resto. El chauvinismo es de terror.
-¿Te has sentido discriminado en la capital?
-No sé si necesariamente discriminado con insultos y patadas, o con espacios que se cierran de forma arbitraria. Eso jamás me ha pasado. Quizás una vez pero de forma sutil. O sea, un librero optó por no recibir los textos de Cinosargo y mandó a volar a mi co-editor que vive en Santiago. Según este personaje teníamos títulos que no se ajustaban con su curaduría y sello como tienda. Ahora el único libro que terminó dejando fuera fue Carne, de mi autoría, así que asumo que la mala leche tenía otras sublecturas. Lo que sí he sentido de cerca es el paternalismo, que si lo vemos detenidamente puede entenderse como un tipo de discriminación ya que eres como el hermano chico huevón que apenas sabe atarse las zapatillas y debes hacer todo con permiso del big brother y su mirada vigilante. Te reciben los libros, y empiezan a darte sugerencias sobre cómo dirigir tu visión. Uno no es idiota y puede olfatear un consejo en buena, un aporte saludable y que busca alentar la continuidad del proyecto y su madurez frente a esa otra opinión cagona que más bien encierra un: “Mira compadre, mejor deja esto a los profesionales. No lo vas a conseguir muchacho”… Una especie de actitud mafiosa a lo Marcellus Wallace, diciéndote que el orgullo lastima. Al final sabes que comentarios de ese tipo encierran miedo y el tiempo nos ha dado la razón. Cada vez que me topaba con esos peces gordos me acordaba de la línea de Pulp Fiction, del personaje Butch que se decía a sí mismo:Vas bien, Butch. Así es como les vas a ganar.  Te subestiman”.

-¿Consideras que te tratan mejor en Perú?
-No es un tema de nacionalidades. Creo que en todo gran centro, muchos de los editores, libreros, escritores y gestores guardan una autopercepción de sí mismos producto del  movimiento cultural, roce y gestión que realizan y consideran de un nivel impensado para algunas provincias, o que al menos así se supone. Por ende, si saben que eres un proyecto de provincia el trato siempre será de paternalismo, casi con pinzas, como evaluándote. Ahora cuando llegas a centros que no son de tu país el trato siempre es más cordial, menos competitivo, un poco más abierto, claro que te preguntan “Ahhh, de Chile ¿De que parte de Santiago?” Y cuando uno dice de Arica, comienza el “Ahhh, que bueno, mira que interesante, yo conozco a tal autor de Santiago o deLa Serena, tengo un amigo en Concepción, un redactor de mi revista en Valparaíso, la profe tanto”…  y te nombran de todo, desde buenos autores hasta esperpentos que a uno le sorprenden que los consideren a nivel internacional. Pero los compadrazgos a veces permiten dicho fenómeno. En fin, creo que la lógica de los centros capitalinos es una y se repite bajo los mismos parámetros de subyugación con sus provincias. Lima no considera a Tacna, Huancayo, Ilo, Moquegua, la selva y sierra.
Por tanto, lo único que cambia es la respuesta que cada proyecto en particular pueda tener, independiente de donde provenga, o la actitud que asuma globalmente la provincia, me explico, en Perú, Arequipa y sus proyectos culturales y editoriales no tienen la misma actitud que Ica. Lo mismo pasa en chile con Valdivia o Valpo que se reconocen centros, en cambio Alto Hospicio u Osorno quedan relegados a la categoría de pueblos fantasma, pues de ellos sabes muy poco. Nosotros como editorial en ese sentido le hemos dado a Arica otro rostro ante varios centros, DF, Lima, Santiago por nombrar algunos, pues hemos puesto un punto en el mapa, una escala, un interlocutor válido en la ruta, antes era sólo la frontera, ahora sabes que tienes allí un editor, un distribuidor, un gestor, una mano, es una cosa de dar un giro cualitativo al asunto y no dejarse avasallar. Donde sea que vayas encontrarás vivos y pavos, y en los diferentes centros que hemos llegado a tener presencia, sin hacer diferencias amargas, nos han tratado con sumo cariño y amistad desinteresada, con una generosidad maravillosa pero también nos han tocado malos ratos, divismos dispensados por mediocres, pasamientos a caca y gente que es mejor olvidar.
-¿Qué es lo peor que te han dicho sobre la calidad de los libros?
-Lo peor que me han dicho de los libros lo dijo un funcionario municipal de Arica, encargado de la biblioteca y fue cuando estábamos empezando -hace dos años-, dijo que eran libros nobles, a lo cual yo pregunté qué significaba eso. Me dijo que eran libros humildes y que no me sintiera mal por eso, pues eran acordes a la calidad de los textos que contenían: terror, ciencia ficción, pues él estaba acostumbrado a leer ediciones tipo Alfaguara del grande del norte, Hernán Rivera Letelier. Bueno, no me quedó más que agregar, si me hubiese dicho que usted leía a Faulkner a través de las ediciones de Aguilar con papel de biblia me hubiese sentido deprimido. Así que no me molesté en dejarle los textos de Cinosargo y tampoco otras ediciones cartoneras de amigos de Bolivia pues seguro habría llamado a seguridad o algo por el estilo.
Ahora, tenemos claro que nuestras ediciones no tienen el estándar material de las grandes casas editoras, sin embargo, desde el 2009 que comenzamos a editar, tanto la diagramación como la calidad de portadas e interiores ha mejorado en un ciento por ciento. Son libros de buena factura y eso es parte de la experiencia que hemos obtenido a través de la publicación de dieciocho libros, casi uno por mes desde mediados del 2010.
En cuanto a introducir los libros en Santiago, y lograr la atención de los medios, depende de cada título. Hay algunos que por su calidad literaria, género y propuesta han tenido excelente recepción, eso no es complicado,  es cosa de saber a qué medios enviar, tener paciencia y tocar puertas, además destinar una buena cantidad de ejemplares. Eso genera que el libro tenga circulación, lectura, que siga viajando. Creo que ello es lo que busca un autor en una editorial independiente.
En cuanto a la llegada al público a través de las librerías, tampoco es difícil ganar un espacio. Lo imposible es obtener de regreso el dinero de la venta de dichos libros por parte de los libreros. Ahí uno está desamparado, pues cuando dejas en consignación, prácticamente aspiras sólo a tener un espacio en el anaquel y cumplir con el gesto heroico de llegar a otra ciudad y suponer que tus autores serán leídos. Sólo cuando te constituyes como editorial ante el Servicio de Impuestos Internos tienes el respaldo legal necesario por medio de las guías de despacho y toda la parafernalia tributaria, contratos. Lo claro es que la fantasía punk de la microeditorial debe procurar no quedarse en el mero gesto y de algún modo trabajar en pro de su solvencia y autofinanciamiento. Claro, sin vender la identidad de su catálogo, ahí radica la lucha principal.  Pues editar por el mero gusto de llenar una bodega con libros no tiene sentido, y si tienes veinte títulos, la misma inversión que haces para publicar debes disponerla por respeto a tus autores, en beneficio de la distribución.

-¿A qué escritores consideras cabrones
-Me cargan los escritores que asumen un rol mesiánico y no me refiero a una opción estética. Quizás la cosa parte allí y tal vez el mismo medio los condiciona a asumir dicha impostura. En concreto me recontra patean los que se envisten de una superioridad moral que los lleva a hablar por todos. Por la humanidad, por el país, el gremio, que sé yo. Y al rato los ves en cargos políticos, coqueteando con partidos e instrumentalizando a sus masas de grupis/feligreses, la cosa termina de reventarme. Del mismo modo me joden los escritores que abrazan con demasiada soltura los clichés del oficialismo, maneras y temáticas para su escritura en función de lo que los fondos esperan de una determinada región, creo que lo he repetido en muchas oportunidades y los que me conocen lo saben de memoria, pero escribir para folletos de Sernatur me parece mierdoso.
-¿Qué importancia tienen las redes sociales en tu trabajo de difusión?  Este comentario me lo han dicho y lo comparto: muchos nos aburrimos de tanto Cinosargo por Facebook.
-Las redes sociales son importantes hoy día para cualquier tipo de proyecto, y no sólo Facebook, también está Twitter, Youtube, Blooger, Bligoo, Scribd, Issuu, todas son plataformas sencillas de usar, gratuitas y que permiten ser el soporte de un medio de comunicación como Cinosargo. Creo que vale la pena recordar que antes de tener una editorial mi idea fue generar una revista literaria que conectara a Arica con el resto del mundo y que a la vez distintos gestores de ciudades con situaciones similares a la XVregión se interconectaran mostrando la realidad de su ciudad, la idea evolucionó, se sumaron muchos como columnistas que luego pasaron a ser autores de la editorial o colaboradores permanentes, la mayoría se mantienen y cumplimos con www.cinosargo.cl seis años ininterrumpidos y tres con la editorial impresa. En ese recorrido se suma mucha gestión, material y como lo virtual siempre será el cincuenta por ciento de nuestra fortaleza, es entendible que las redes vinculadas que tenemos suban mucha información y con bastante frecuencia.
La revista se actualiza cuatro veces al día, eso va a Facebook. Las ediciones impresas reciben lecturas semanales de otros medios virtuales o impresos. Al menos por semana algo se dice de dos de nuestros libros, eso también va a Facebook, realizamos muchos lanzamientos, apoyamos la gestión de otras editoriales y autores, a Facebook, trabajamos con la gente de cultura a nivel local, y como yo hago bastante gestión personal en calidad de autor, columnista, académico y reseñando otros libros, y mi cuenta personal de facebook con cerca de cuatro mil contactos es parte del soporte de la editorial, el bombardeo al lector llega desde muchos ángulos, de todos modos la experiencia me dice que es la mejor forma de generar esa explosión nuclear en el desierto que saque de su indiferencia a la mayor cantidad de actores posibles, aún cuando eso signifique que nos odien o nos bloqueen en sus cuentas de face o de la red de turno. Es un precio que estamos dispuestos a pagar por la labor cultural que hacemos, así que tendrán Cinosargo para rato, y sin duda esta entrevista igual se irá a face cuando salga, así que más razones para emputecer los que se aburren con nuestra resonancia
 
-¿Cual es el secreto que una editorial de Arica, pequeña, publique más libros que editoriales de la capital? 
-Apostar por los autores, asumir el riesgo y buscar siempre nuevos espacios de difusión no circunscritos a la idea feudal que se vive en todo chile, o sea que uno está condenado a ganarse un mercado local, conformarse con eso y soñar con la utopía mecánica que es el centro. Creo que si uno genera sus propias rutas, puede entrelazar centros impensados, Chile, Perú, Bolivia, Argentina, México y con lo virtual alcanzar lugares  muy alejados, China, Escocia, Alemania, etc. Nuestro alcance no está circunscrito a lo que se espera de una pequeña y abúlica ciudad como Arica, tener una actitud nómade
es nuestra carta ganadora,  y para eso hay que leer mucho, tener una buena biblioteca y buscar hacer escuela con los que están interesados, pues si no compartes el conocimiento y no apoyas a los que también tienen una visión más allá de los límites geográficos, terminas siendo parte de la misma enfermedad. Nosotros como editorial somos bastante generosos, fomentamos el intercambio entre autores de distintas ciudades, hemos traído a Arica y Tacna a muchas voces interesantes y del mismo modo hemos conseguido movilizar editoriales, autores y libros de estas ciudades a sitios remotos. Por lo mismo, movemos los libros de editoriales que consideramos proyectos hermanos o amigos como Fuga, Das Kapital, Cuadernos del Sur y cada vez que viajamos  vamos difundiendo y  eso nos da prestigio, confianza, apoyo. No sé si es una formula, es algo espontáneo, por lo mismo puede que a otros no les sirva, pero creo que si eres genuino en lo que haces y pierdes el miedo a los paternalismos y no escuchas en lo absoluto a todos los que te dicen “ríndete”, y al contrario sigues andando aunque no haya camino por delante, por lo cual no esperas mucho en realidad, todo termina por ocurrir. Desprendimiento y movilidad. No hay más que eso. Esperamos para fin de año tener veinticinco libros o más.

País de Tejuelas
Reseña a "El Puerto que Habito", libro de fotografías y...
Una novela abierta
El Levisterio. Brujos y Corsarios en el Chiloé del siglo...
El paseo Ahumada, Santiago de Chile.
Por Gianluca Bruto Lo mejor y lo peor de los...

Leave Your Comment