Lilli Marleen

La ampolleta de pronto perdió fuerza. Pero fue sólo un segundo. Algunos la miraron un instante. Luego siguieron conversando de fútbol, del futuro, y de la última película pornográfica que entre penumbras observaron desde sus literas la noche anterior. Fue entonces cuando entró el sargento Polanco. Todos se pusieron firmes. “Buenas tardes, mi sargento” tronó […]