La sonrisa de Maquiavelo

por Maurizio Viroli Lo raro, en todo caso, es que en esos últimos días haya encontrado fuerzas para bromear. Al morir, Maquiavelo es ya un hombre triste, decepcionado, resignado. Tiene casi sesenta años. El rostro se muestra fatigado; los labios tienen un pliegue amargo; los ojos han perdido la expresión inteligente, burlona, irónica que nos […]