Tardes con Jerónimo

Por Verónica Jiménez Esos juegos nuestros eran serios, aunque nos riéramos. Abre más la boca, me pedía Jerónimo. Luego comenzaba a morderme los labios, me apretaba contra él y metía sus manos por mi espalda, por debajo del pelo, hasta llegar a la nuca. Estábamos en un rincón de la escuela que nos servía de […]